La mala gestión del tiempo causa problemas de sueño en los estudiantes universitarios

La falta de organización puede provocar una mala calidad del sueño de los estudiantes universitarios, según una investigación realizada en la Universidad de Alabama.

El Dr. Adam Knowlden, profesor asociado de ciencias de la salud de la Facultad de Ciencias Ambientales Humanas de la UA, investigó la gestión del tiempo y cómo influye en la salud del sueño en estudiantes universitarios en las áreas de establecimiento de objetivos y prioridades, mecánica de gestión del tiempo y preferencias para la organización.

Más del 65% de los universitarios no duerme bien

“Los estudiantes universitarios tienden a lidiar con problemas de sueño relacionados con el estilo de vida”, explica Knowlden.

“Por ejemplo, equilibrar las obligaciones académicas y sociales puede ser un desafío para los estudiantes universitarios. El estrés y la ansiedad también afectan a los estudiantes universitarios y sabemos que el estrés puede afectar la calidad del sueño que reciben los estudiantes universitarios al causar insomnio“.

Según Knowlden, más del 65% de los estudiantes universitarios describen la calidad de su sueño como mala.

 

 

El estudio, publicado recientemente en el American Journal of Health Education, encontró que la gestión del tiempo influyó significativamente en la calidad general del sueño de los estudiantes universitarios. De hecho, Knowlden informó que la gestión del tiempo explicaba alrededor del 20% de los resultados medidos en la calidad del sueño.

Los estudiantes más organizados, duermen mejor

En concreto, “la organización fue el factor más crucial que influyó en la calidad del sueño”, dijo Knowlden. “Esto sugiere que las personas que priorizan y mantienen un ambiente organizado tienden a experimentar una mejor calidad del sueño“.

Knowlden, que también ha realizado estudios sobre la salud del sueño relacionados con la composición corporal y el estrés, dice que se deben aprender e implementar estrategias de gestión del tiempo antes del inicio del año escolar.

“Sabemos que existe una tradición de que los estudiantes universitarios se queden despiertos hasta tarde, a veces 24 horas enteras, para estudiar o prepararse para los exámenes“, dijo Knowlden. “Esta es una señal reveladora de la necesidad de centrarse más en la gestión del tiempo”.

“Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio ha analizado específicamente la gestión del tiempo para determinar cuánta influencia tiene en el sueño de los estudiantes universitarios. Sentimos que era importante investigar esto porque la gestión del tiempo es algo que los estudiantes universitarios pueden trabajar para mejorar“, señala el experto.

 

 

¿Cuánto tiempo debe dormir un estudiante universitario?

Desafortunadamente, muchos estudiantes no logran dormir adecuadamente cada noche, ya que los patrones de sueño inusuales entre los estudiantes universitarios pueden incluir estudiar hasta tarde por la noche, trabajar a tiempo parcial o tener compañeros de cuarto con horarios diurnos irregulares.

Los estudiantes que priorizan el sueño tienen mejores resultados académicos

Todos estos factores combinados pueden conducir a una ausencia de descanso que afecta el estado de ánimo y la memoria, y que conlleva problemas de salud y rendimiento académico.

Knowlden recomienda reservar de 8 a 9 horas de sueño y convertirla en la cita más importante del día. No en vano, “sabemos que durante el sueño es cuando se produce el aprendizaje”.

“Puedes pensar en tu mente como una computadora. Cuando dormimos, nuestro cerebro se deshace de la información que no necesita y guarda la información que sí necesita. Es por eso que los estudiantes que priorizan el sueño obtienen mejores resultados académicos“, afirma el especialista.

Higiene del sueño en estudiantes universitarios

La psicóloga experta en sueño de CSC, Rafi López, codirectora del Centro de Estudios del Sueño Infantil, a la que podéis consultar online en la Tribu CSC, explica que los jóvenes no solo se acuestan tarde por costumbre o estilo de vida. Resulta que, ya durante la adolescencia, el ritmo circadiano se suele desplazar naturalmente. Esto implica un retraso a la hora de irse a la cama.

 

 

¿Por qué los jóvenes se duermen tarde? A su cambio biológico en el ritmo circadiano se suma que los jóvenes suelen estar más activos por la tarde. Es el tramo del día que suelen dedicar a actividades como consultar el móvil o interactuar en redes sociales, lo que retrasa más aún el sueño, según la experta.

Como consecuencia, según la especialista en sueño, el sueño en los jóvenes suele ser deficitario, dado que biológicamente se retrasa la hora de ir a dormir y además los malos hábitos influyen en el acortamiento de las horas de descanso.

Durante el año escolar, muchos estudiantes tratan de compensar de alguna forma esta falta de sueño entre semana levantándose más tarde los fines de semana. Pero los investigadores subrayan que no es suficiente para suplir el déficit de sueño en la adolescencia.

Para mejorar el sueño es necesario implementar una serie de rutinas o reglas (como, por ejemplo, establecer unas horas concretas para dejar de usar las pantallas e irse a la cama en un horario regular, aunque flexible dependiendo del día de la semana) que permita a los estudiantes adelantar la hora de irse a la cama y descansar mejor.

 

 

Sin embargo, esto, que parece tan fácil, puede ser más difícil de lo que parece si dichos hábitos no se han inculcado en casa ni se han interiorizado desde la infancia. Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional para mejorar el sueño de tu hijo/a universitario/a, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil. Entre ellos/as se encuentra  la psicóloga y especialista en sueño infantil, Rafi López, codirectora del Centro de Estudios del Sueño Infantil.

¿Cómo afecta el sueño a estudiantes universitarios?

¿Qué pasa si un estudiante no duerme? Estudios anteriores señalan como 2 de los problemas más prevalentes en los universitarios referentes a la higiene del sueño: el insomnio y el retraso en el inicio del sueño. Estos problemas de sueño en universitarios se relacionan con peor salud física y mental, así como peores resultados académicos.

La investigación revela que una mayor irregularidad del sueño se asoció con peores notas y un menor rendimiento en las habilidades cognitivas verbales, espaciales, de razonamiento y numéricas.

La privación del sueño también pone a los conductores jóvenes en mayor riesgo de accidentes de tráfico por conducción con somnolencia (de hecho, un estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reveló que los jóvenes de 16-24 años que carecen de descanso suficiente tienen un 80% más de probabilidades de estar involucrados en un accidente que aquellos con niveles de descanso adecuados).

 

 

Asimismo, las personas que sufren de insomnio tienen más probabilidades de sufrir trastornos de salud mental como depresión, trastorno bipolar o TDAH. A su vez, estos problemas pueden conducir a otros problemas como los bajos niveles de rendimiento y una disminución de la calidad de vida.

Los estudiantes universitarios, además de la privación del sueño, tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos serios para dormir como la apnea del sueño o la narcolepsia. Los trastornos no diagnosticados pueden provocar dolores de cabeza, fatiga y aumento de peso si no se tratan.

Por todo ello, dormir lo suficiente es esencial para los estudiantes universitarios que deben centrarse en sus estudios y mantener una vida social. Hacerlo les ayuda a tener salud y éxito durante y después de la universidad.

¿Qué es el insomnio en estudiantes universitarios?

Las investigaciones existentes sobre la prevalencia de los trastornos del sueño en universitarios revelan que el insomnio en universitarios es un problema bastante frecuente, ya que estos tienden a padecer el estrés resultante de tener que equilibrar sus estudios con la vida social y familiar, el tiempo de ocio y otras aficiones así como también sus primeras relaciones sentimentales e incluso las primeras responsabilidades laborales o prácticas académicas, en muchos casos.

 

 

No obstante, no siempre dormir mal equivale a padecer un problema de insomnio. El insomnio es clínicamente definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño, o una mala calidad del mismo, que se presenta como mínimo 3 veces por semana durante al menos un mes. Esta dificultad para dormir genera una excesiva preocupación en el sujeto que la sufre, contribuyendo a perpetuar el problema.

Dormir bien no siempre es fácil, pero se puede conseguir poniendo en práctica hábitos simples y siendo constantes en su cumplimiento. Es importante comenzar limitando el tiempo de pantallas antes de acostarse. Entre otras cosas, la luz azul que emiten engaña a nuestro organismo para que este crea que todavía es de día, lo que dificulta que el cerebro libere las hormonas del sueño.

Por lo tanto, para favorecer el descanso nocturno es recomendable seguir un horario, elegir luces cálidas y tenues, no hacer cenas copiosas, evitar las pantallas, leer un libro o escuchar música calmante antes de acostarse.