Así será la primera visita de tu bebé al pediatra

Tras el alta hospitalaria después de dar a luz, deberás acudir al centro de salud con tu bebé recién nacido. ¿Cómo es la primera visita de tu bebé al pediatra? ¿Qué hace el pediatra en la primera cita? Te lo contamos.

La primera visita de tu bebé al pediatra

Por lo general, la primera visita con el bebé al pediatra suele realizarse entre los 3 y los 5 días desde el nacimiento, siempre que el parto y los primeros días de vida transcurran con normalidad. En ella, es probable que conozcas al médico que tratará la salud, el crecimiento y el desarrollo de tu peque, a menos que tengas otros hijos mayores y ya te resulte familiar.

A pesar de que en ocasiones se recomienda esta primera visita más allá de los 10 días de vida del bebé, es importante que esta primera consulta se realice en la primera semana. ¿El motivo? Este periodo es crucial ya que es necesario evaluar como el recién nacido se adapta a su nuevo entorno.

 

 

Así lo explica la pediatra de la Tribu CSC, Gloria Colli:

“La primera visita al pediatra es quizás la más importante, porque además de controlar la evolución del peso, la coloración o el estado del cordón, es la ocasión perfecta para detectar y resolver muchos problemas de lactancia que pueden ser decisivos para el establecimiento y la duración de la misma”

Por tanto, la primera visita es clave para valorar la salud general del bebé. No en vano, en este momento se vigilan de cerca los problemas de salud más comunes de los recién nacidos como pueden ser la deshidratación, las infecciones y las alteraciones metabólicas; así como malformaciones como cardiopatías, malformaciones intestinales o displasia evolutiva de cadera. También comprobará que en el propio hospital se le ha administrado la vitamina K, se le ha hecho el cribado auditivo o la prueba del talón para, en caso negativo, realizarlo.

 

¿Qué hace el pediatra en la primera cita?

Lo primero que hará el pediatra será abrir la historia clínica del bebé, donde incluirá detalles del propio embarazo, parto, antecedentes familiares o factores psicosociales (familia monoparental o en riesgo de exclusión social, por ejemplo). Es importante llevar el informe del alta hospitalaria y cualquier otro documento relativo a la salud del peque, ya que deben quedar reflejados en la historia.

Además, realizará preguntas como el peso y la talla al nacer, la edad gestacional, el tipo de alimentación o el tipo y frecuencia de las deposiciones. Posteriormente, pasará a evaluar su estado de salud general.

Así, entre las pruebas que realizará a tu bebé, se encuentran:

• Control de peso, altura y circunferencia craneal: el pediatra pesará y medirá a tu bebé. Además, medirá el perímetro craneal, prestando especial atención a las fontanelas. Cuando tenga todos los datos los introducirá en una tabla de cálculo de percentiles. Sin embargo, estos son solo una medida estadística y por sí solos no indican que algo vaya mal. Lo fundamental es siempre controlar la evolución del menor.
• Palpación del abdomen para comprobar los órganos internos como el estómago, el hígado o el bazo; así como el estado de los restos del cordón umbilical.
• Control de la respiración y el ritmo cardíaco.
• Examen de los ojos, oídos y boca, así como del color de la piel (para detectar una posible ictericia, por ejemplo).
• Revisión de los órganos genitales.
• Reflejos, tono muscular y movimiento de los brazos y las piernas.

 

 

Además, es probable que en esta primera visita con el bebé al pediatra te ayude a rellenar el libro o cartilla de salud del peque, si aún no lo habéis hecho en casa.

Dudas habituales en la primera visita del bebé al pediatra: Lactancia y sueño

La alimentación y el sueño de los bebés recién nacidos suelen centrar la mayoría de las dudas de los progenitores. Por ello, es habitual que en esta primera visita del bebé al pediatra también se hable sobre la lactancia. Ya elijamos lactancia materna exclusiva, de fórmula o lactancia mixta, es momento de preguntar todas las dudas que nos hayan podido surgir en estos primeros días.

En caso de lactancia materna exclusiva, es probable que el pediatra pida a la madre que se ponga al bebé al pecho para comprobar la toma, el agarre y la succión. También hará preguntas sobre el número de tomas que hace el bebé al día, el tiempo que está en el pecho o los pañales que mancha en 24 horas. Aunque la lactancia es siempre a demanda, durante los primeros días y hasta que recupere el peso del nacimiento, la lactancia es a oferta, es decir, ofreciendo al bebé de forma frecuente el pecho.

 

 

En caso de lactancia de fórmula, las preguntas se centrarán en el tipo de leche escogida y podrá sugerir otra en función del bebé o sus necesidades; además del número de tomas de biberón. Además, puede ayudar a resolver dudas sobre la forma correcta de preparar un biberón o en qué consiste el método Kassing para ofrecerlo de manera fisiológica. Hay que recordar que la lactancia con fórmula también es a oferta los primeros días o semanas para pasar después a demanda del bebé.

En cuanto al sueño, no hay una regla fija. Hay bebés muy dormilones y otros que se despiertan de forma frecuente. Lo cierto es que en este momento el sueño del bebé recién nacido no sigue ningún patrón ni tampoco se pueden establecer rutinas ya que no sirven para nada cuando apenas tienen unos días.

La buena noticia es que los bebés recién nacidos pasan gran parte del día y la noche durmiendo, así que lo ideal es aprovechar y descansar junto al peque. El pediatra puede ayudar también a los padres para prevenir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.

 

 

¿Qué tener en cuenta antes de ir al pediatra por primera vez?

La llegada de un bebé cambia por completo el día a día de sus progenitores. Y es probable que, sobre todo al principio, no llegues en hora prácticamente a ningún sitio. Por ello, es importante que planifiques con tiempo la primera visita del bebé al pediatra para no llegar tarde.

Así, lo ideal es que no cojas cita a primera hora de la mañana para evitar ir con prisas innecesarias. Y prepara todo con antelación para tratar de llegar bien. En estos primeros días es imposible saber a qué hora estará durmiendo o comiendo tu bebé, aunque si estás en la sala de espera o en consulta y pide comer, debes ponerle al pecho o darle el biberón sin retraso.

Además, aunque no es posible saber cuándo nacerá el bebé, si hay que tener en cuenta que los centros de salud suelen estar saturados y es difícil coger cita para la fecha que deseamos. Trata de anticiparte en la medida de lo posible y si no encuentras hora en la fecha en la que debes ir a la primera visita de tu bebé al pediatra, siempre puedes acudir en persona o llamar por teléfono para ver si es posible que te hagan un hueco.

 

 

Durante la consulta, deberás dejar al bebé desnudo, así que lo ideal es que elijas ropa cómoda de poner y de quitar fácilmente. Así evitarás que se ponga más nervioso y la consulta sea más larga.

Y recuerda, es muy habitual que en los primeros días en casa surjan muchas dudas, ¡que después se olvidan justo cuando tienes al pediatra delante! Así que apunta todas las preguntas para despejar las inquietudes o preocupaciones que puedan surgir en estos primeros días.

 

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