Por qué no es buena idea cubrir con una muselina el cochecito del bebé

Un gesto tan común como cubrir con una sábana o muselina el cochecito del bebé puede tener fatales consecuencias para el peque. Te explicamos los motivos y te ofrecemos varias alternativas para protegerlo de los rayos del sol y el calor.

¿Por qué no cubrir con una muselina el coche del bebé?

Las muselinas para bebés tienen muchísimos usos. De hecho, son tan versátiles, que puede que pienses que es buena idea cubrir con una muselina el cochecito de tu bebé para así protegerlo del sol, de la luz si se quedan dormidos o de los mosquitos. Y es que puede parecer una práctica inofensiva ya que, en teoría, estás creando un ambiente tranquilo y beneficioso para que duerma plácidamente.

Sin embargo, este simple gesto es realmente peligroso ya que puede provocar una subida drástica de la temperatura en el interior del cochecito. Así lo explica el pediatra Svante Norgren del Hospital Astrid Lindgren de Estocolmo (Suecia): “En el cochecito hace mucho calor y es como si fuera un termo. Si, además, se cubre el carrito, el aire no circula bien y es más difícil ver al bebé“, advierte.

 

 

Para demostrarlo, un grupo de periodistas del periódico ‘Svenska Dagbladet’ realizó un sencillo experimento dejando dos cochecitos de bebé en la calle, uno cubierto y otro sin cubrir. Este último alcanzó una temperatura de 22ºC después de una hora y media.

Sin embargo, el carrito que se había cubierto alcanzó los 34ºC en solo media hora, para llegar a los 37ºC al cabo de 60 minutos. El experimento se realizó en las calles de Suecia, así que es probable que la temperatura pueda alcanzar temperaturas mucho más altas en cualquier ciudad española.

El “efecto invernadero”

Según los expertos, al tapar con una muselina, una sábana o una toalla el carrito del bebé, impedimos la circulación del aire creando “el mismo efecto que un invernadero”. Y lo que es más grave, al ir tapado, los padres no pueden ver si el bebé tiene algún problema, lo que puede acarrear consecuencias graves.

Esta situación es mucho más peligrosa en el caso de los bebés y niños pequeños, ya que estos son especialmente sensibles y mucho más propensos a sufrir un golpe de calor o deshidratación. Tanto, que su temperatura puede aumentar entre 3 y 5 veces más rápido que la de los adultos. A ello se suma que no sudan tanto como los adultos, por lo que les cuesta más regular la temperatura corporal.

 

 

Además, si el fin de usar una muselina es para proteger de los rayos solares, tampoco conseguiríamos nuestro objetivo ya que la muselina es una gasa de algodón muy fina que no impiden que traspasen los rayos.

Y, lo más evidente: los bebés no hablan y no son capaces de decirnos si tienen mucho calor, lo que puede tener consecuencias graves si pasa mucho tiempo dentro del cochecito tapado con una muselina o una sábana.

Por ello, si siempre es importante estar atentos a los bebés cuando están dentro del capazo, lo es más aún cuando suben las temperaturas y hace mucho calor. “Es muy importante prestar atención a los niños pequeños y asegurarse de que están bien hidratados en esta época del año”, explican los expertos suecos.

 

 

El calor excesivo aumenta también el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. ¿El motivo? Según el pediatra Svante, un calor excesivo puede llevar al bebé a pensar que está de nuevo en el útero materno, deteniendo la respiración (el bebé comienza a respirar de forma autónoma tras el nacimiento).

¿Cómo proteger al bebé del sol dentro del capazo?

¿Cómo podemos proteger entonces a nuestro bebé del calor si va dentro del cochecito? Lo más importante es evitar salir en las horas centrales del día y, en caso de ser absolutamente necesario, procurar ir siempre por la sombra.

Los propios capazos suelen tener capotas que permiten cubrir al bebé, e incluso muchos cuentan con sistemas de cierre que hacen posible la circulación del aire dentro del propio cochecito. Además, hay capotas extensibles con protección UPF50+ o incluso mosquiteras con protección solar, que cumplirán una doble función.

 

 

Por otra parte, en lugar de usar una sábana o muselina para cubrir el cochecito del bebé, podemos utilizar la típica sombrilla que se engancha al capazo para protegerlo de las altas temperaturas.

También se pueden usar gorros para proteger de los rayos solares y, en el caso de los mayores de 6 meses, protector solar.

Si tienes más dudas sobre el cuidado de tu bebé recién nacido, en la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales que puede ayudarte a resolverlas. Entre ellos, la pediatra Gloria Colli y el enfermero de Pediatría, Armando Bastida.