¿Por qué se destapan tanto los niños cuándo duermen?

Artículo publicado el 15 Feb 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 29 mayo, 2023

Da igual cuantas veces arropes a tu peque en una misma noche, al final terminará pataleando para destaparse. Y no solo eso, sino que parece que siempre suda mucho mientras duerme, ¿verdad? No es casualidad, los niños se destapan por varias causas. Están relacionadas entre sí y existe explicación para todas ellas.

Causas por las que los niños se destapan

El frío es una de las mayores preocupaciones de las familias con niños pequeños. Por eso, a veces las madres y los padres somos de lo más exagerado y abrigamos en exceso a nuestros hijos, sin caer en la cuenta que el calor perjudica mucho más a los niños que los adultos, debido a que tienen un metabolismo distinto.

Esto ocurre también durante el sueño, cuando tapamos en exceso a los menores por la noche con mantas gruesas, nórdicos, polares o edredones demasiado pesados para su constitución. ¡Lo raro es que no les dé un golpe de calor con tanta capa! Y ojo, porque bromas aparte, los golpes de calor son muy peligrosos para los más peques.

 

 

Por todo esto no es raro que, ante el calor que sienten, los niños se remueven en su cama y se desarropan. Sencillamente, tienen calor. Los adultos tendemos a abrigarles igual que nos abrigamos nosotros (o un poco más, por si acaso), cuando resulta que ellos tienen menos frío que nosotros y lo único que estamos consiguiendo es que no duerman cómodos, con tanto calor.

La otra razón es que los niños, por lo general, son mucho más activos que nosotros. ¡Incluso cuando duermen! Por eso se mueven mucho durante la noche. Si practicáis colecho con vuestros peques sabréis bien de lo que hablo. ¡Y es que a lo largo de la noche los peques van cambiando de posición en la cama como si fuesen las manecillas de un reloj! Ante tal despliegue de vueltas, giros, patadas voladoras, llaves de yudo, movimientos ninja y cambios de posición… ¡Es difícil que permanezcan tapados toda la noche!

 

 

¿Por qué sudan tanto los niños mientras duermen?

Hay niños que sudan mucho mientras duermen. Incluso aunque la temperatura ambiente sea normal y no tengan demasiada ropa, empapan pijama, sábanas e incluso se mojan el pelo en sudor. Aunque suden en abundancia por la noche, la mayoría siguen durmiendo plácidamente como si nada. Simplemente se destapan, y siguen durmiendo. Pero ¿por qué sudan tanto los niños pequeños?

 

 

Hay varias respuestas a esta pregunta y todas ellas nos dan la solución para evitar la sudoración de nuestros peques durante la noche (y evitar, por consiguiente, que tengan un calor excesivo y acaben destapándose):

• Demasiada cena. A veces nos empeñamos en que nuestros hijos e hijas coman tanta cantidad como nosotros en cada comida cuando su estómago, en realidad, es mucho más pequeño que el nuestro. En el caso de las cenas, si los peques se acuestan al poco de cenar y la comida ha sido copiosa, es normal que suden ya que la digestión provoca un aumento de temperatura en el cuerpo, que el organismo compensa a través del sudor. La solución en este caso pasa por ofrecerle cenas más ligeras y saludables (los bebés, de hecho, podrían perfectamente pasar sin cenar al comienzo de la introducción de la alimentación complementaria, ya que la leche es mucho más digerible que los sólidos y continua siendo su alimento principal hasta los 12 meses de edad).

 

 

• Por el cambio de actividad. Los menores son más activos que los adultos, en general, por lo que, cuando caen dormidos, pasan de un estado de actividad frenética o con mucha energía a dormir plácidamente. Su organismo, para compensar esa drástica reducción de energía, produce un exceso de sudoración. También nos sucede a nosotros cuando hacemos deporte y seguimos sudando mientras el cuerpo desacelera una vez terminada la actividad física.
• El colchón y la ropa de cama del niño. En ocasiones, los cubrecolchones están hechos de plástico, un material que impide el paso del aire y, por lo tanto, genera más calor. El exceso de mantas, colchas o edredones son asimismo responsables del sudor de los niños. También los colchones excesivamente blandos proporcionan un calor excesivo (y pueden resultar incluso peligrosos para los más pequeños, al igual que abrigar demasiado a los bebés o usar sábanas y mantas en la cuna. Todos estos elementos son factores de riesgo de muerte súbita en menores de un año).

 

 

• Cada niño es un mundo. Hay niños y niñas que sudan mucho (como los adultos), ya sea dormidos o despiertos, y es perfectamente normal.
• Apnea del sueño. Los niños o bebés que sufren apneas durante el sueño (paradas en la entrada de aire de unos 10 segundos entre respiraciones) sudan más, ya que les cuesta respirar. En estos casos, es necesario llevar al peque al pediatra. Si las apneas duran más de 20 segundos, hay que ingresarlos para su estudio ya que se considera que son de alto riesgo.
• Enfermedades. Enfermedades respiratorias, cardiopatías congénitas, reflujo gastroesofágico, rinitis, dermatitis atópica o fiebre en fase de bajada puede hacer que los niños y niñas suden más por la noche.

 

 

En cualquier caso, sudar no tiene que ser motivo de preocupación por sí solo, siempre que no les abriguemos en exceso y mantengamos la habitación a una temperatura adecuada (si bien de día se aconseja una temperatura de entre 22 y 24ºC, durante la noche la temperatura ideal para la habitación infantil es entre 18 y 20ºC) y evitar que estén más abrigados de la cuenta para evitar que se acaloren y/o suden aún más.

Entonces, ¿cómo se debe abrigar a un bebé para dormir?

Para los bebés muy pequeños, un truco muy útil es utilizar un saco de dormir. Así el pequeño no podrá desarroparse. Además, es una prenda muy útil para evitar la asfixia que puede causar que el bebé se enrede entre sábanas y/o mantas si duerme en la cuna (donde además, por raro que parezca, estará más seguro si le colocas a los pies).

En cualquier caso, es necesario seguir las recomendaciones del fabricante y nunca echarle por encima una manta ni vestirle demasiado para dormir dentro del saco. Asimismo, es importante elegir el saco de dormir de acuerdo a la temporada del año. Los de verano tienen el mismo grosor que una sábana de cuna, hay varios grosores y materiales para los de invierno, y también los hay de entretiempo, con el grosor de una colcha.

 

 

Y ¿cómo arropo a un niño pequeño? También hay sacos especiales para niños más mayores, que dejan los pies al aire para que puedan moverse con más facilidad y así estar más cómodos. De cualquier forma, no es recomendable vestir con calcetines a los peques para ir a la cama, ya que es una prenda que les da muchísimo calor y es habitual que busquen sacar los pies por fuera de la ropa de cama para sentir frescor cuando se acaloran demasiado.

La recomendación general es evitar que los niños suden. Lo podemos conseguir evitando las prendas demasiado pesadas y elegir en cambio pijamas y ropa interior de tejidos transpirables. Para niños muy activos la solución es no taparles en absoluto (se van a destapar igual, hagas lo que hagas), así que lo que podemos hacer en cambio, es asegurarnos que tienen la ropa suficiente para poder pasar la noche sobre el colchón y no quedarse fríos, como una camiseta interior por debajo de un pijama gordo.

 

 

Si varios hermanitos duermen juntos, o practicamos colecho con nuestros peques, entonces debemos contar con el calor corporal que les damos al estar en contacto permanente. En estos casos, debemos usar solo una capa de ropa, y mejor que sea ligera y fina.

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