Se descubre que los plásticos utilizados para el envasado de alimentos para bebés liberan una gran cantidad de micropartículas cuando se calientan en el microondas

Un equipo de científicos en alimentos, ingenieros y especialistas ambientales de la Universidad de Nebraska-Lincoln ha descubierto que las bolsas de plástico empleadas en los alimentos para bebés liberan una gran cantidad de partículas microplásticas cuando se calientan en un horno de microondas.

En los últimos años, científicos de todo el mundo han descubierto que los plásticos se descomponen en partículas diminutas que contaminan el medio ambiente. Se han encontrado microplásticos en plantas y también en los cuerpos de animales y humanos.

En este contexto, los investigadores han hallado que muchos alimentos para bebés ahora están empacados en pequeñas bolsas de plástico que pueden calentarse convenientemente en el microondas. Algunos incluso se comercializan como orgánicos, lo que implica que son más saludables que otros alimentos.

 

 

Los miembros del equipo de la Universidad de Nebraska-Lincoln exploraron qué sucede con el plástico cuando se calienta en un microondas. Compraron alimentos para bebés aptos para microondas y los llevaron a su laboratorio para analizarlos. Los resultados de los hallazgos de su estudio se han publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology’.

Tanto el microondas como el frigorífico hacen que los envases liberen partículas de plástico que afectan a la comida

Para garantizar la prueba del plástico, el equipo retiró la comida y lavó los recipientes. Luego llenaron algunos de ellos con agua desionizada nanopura para simular alimentos acuosos y otros con ácido acético de grado ACS al 3% para simular alimentos ácidos. Calentaron los recipientes en el microondas durante diferentes períodos de tiempo, luego los sacaron y los probaron para ver cuántas partículas de plástico habían llegado a la comida simulada. El equipo también probó para ver cuánto plástico se liberaba antes del calentamiento cuando los productos se mantenían en el refrigerador durante un período de tiempo prolongado.

Descubrieron que las cantidades de microplásticos variaban drásticamente, pero todas las muestras contenían grandes cantidades de plástico. Un contenedor, por ejemplo, que simulaba alimentos refrigerados durante 6 meses, liberó aproximadamente 580.000 bits de microplásticos, cuyo tamaño oscilaba entre 1 y 14 micrómetros. El mismo contenedor luego liberó otros 4 millones de partículas cuando se calentó en un horno de microondas.

 

 

Además, los investigadores descubrieron que las bolsas de alimentos a base de polietileno liberan más partículas que los recipientes de plástico a base de polipropileno.

Finalmente, los resultados del modelo de exposición sugirieron que la ingesta diaria estimada más alta fue de 20,3 ng/kg/día para los bebés que bebían agua calentada en el microondas y de 22,1 ng/kg/día para los niños pequeños que consumían productos lácteos calentados en el microondas en recipientes de polipropileno.

Cómo afectan los microplásticos durante el embarazo

Además, un estudio in vitro realizado para evaluar la viabilidad celular mostró a los investigadores que los microplásticos y nanoplásticos extraídos liberados del recipiente de plástico pueden causar la muerte del 76,70 y el 77,18% de las células renales embrionarias humanas a una concentración de 1000 μg/mL después de la exposición de 48 y 72 h, respectivamente.

 

 

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