El parto en el agua mejora los resultados neonatales, según un nuevo estudio

A pesar de que en muchos hospitales españoles están prohibidos los nacimientos en el agua, un nuevo estudio realizado en España ha concluido que el parto en el agua no influye en el número de ingresos neonatales en la UCI neonatal, y sí se relaciona con menos resultados neonatales adversos como la reanimación, el distrés respiratorio o problemas durante el ingreso.

A ello se suma que la probabilidad de recibir lactancia materna en el momento del alta fue superior en estos bebés nacidos en el agua y que hubo menor necesidad de acudir a urgencias durante el primer mes de vida.

 

 

Según las autoras del estudio, los resultados de la investigación sugieren que el parto en el agua “puede ser una opción razonable para las mujeres sanas con embarazos de bajo riesgo”. Y, continúan, “las recomendaciones de las diferentes sociedades científicas deben ser reconsideradas desde el enfoque de respeto a la autonomía de la mujer y a la evidencia científica”.

El parto en el agua conlleva menos reanimaciones neonatales y distrés respiratorio

Así, al comparar los resultados neonatales, se encontraron diferentes significativas para la puntuación de Apgar al minuto, la reanimación neonatal y distrés respiratorio, mostrando mejores resultados en el grupo de parto en agua.

En el caso de la reanimación neonatal es donde se obtuvieron mayores diferencias entre las mujeres que decidieron parir o dilatar en el agua y las que no. Así, en el caso de los partos en agua, la incidencia de reanimación fue de 1,3%, mientras que para el grupo de inmersión durante la dilatación se multiplicó por 5, llegando a hacerlo por 10 en los partos sin ningún tipo de inmersión. Por tanto, según el estudio, el parto en agua sería un factor protector para este resultado. Eso sí, según señalan las autoras, estos hallazgos no coinciden con otros trabajos publicados anteriormente, por lo que habría que seguir investigando al respecto.

 

 

En cuanto al test de Apgar, el estudio halló mayores puntuaciones de Apgar al minuto para los neonatos nacidos en agua, quizás debido al menor uso de analgesia en este grupo. Lo mismo ocurre en cuanto al distrés respiratorio, cuyos mejores resultados para la cohorte del parto en agua se relaciona con la ausencia de epidural.

También se encontraron diferentes significativas en cuanto a la lactancia. Así, las diadas madre-bebé que vivieron un parto en el agua consiguieron una tasa de lactancia materna casi un 20% superior al resto en el momento del alta.

Por el contrario, no se encontraron diferencias significativas para la frecuencia de distocia de hombros (considerada una emergencia obstétrica impredecible e inevitable), los valores pH del cordón umbilical o la necesidad de ingreso en UCIN, igual que había ocurrido en investigaciones previas.

En cuanto a la necesidad del recién nacido de ingreso en la UCIN, solo 5 de ellos la requirieron, 2 tras parto en el agua y 3 pertenecientes al grupo de parto sin inmersión. En el primer grupo fue debido a una cardiopatía congénita y a la incompatibilidad ABO y en el segundo, 2 fueron ingresados por distrés y 1 por sepsis.

 

 

¿Cómo influyó la inmersión en el agua durante el expulsivo? La duración media del expulsivo fue también más breve: 40,5 minutos para el grupo de parto en agua; y 75,5 minutos en los partos sin inmersión.

El mayor estudio sobre nacimientos en el agua en España

El estudio de cohortes retrospectivo es el mayor estudio sobre nacimientos en el agua en España y ha sido publicado por Iglesias-Casas (2023) con una muestra de 1.191 mujeres que dieron a luz en el Hospital Salnés de Pontevedra entre 2009 y 2019. Para ello, se compararon 3 grupos de mujeres: las que decidieron parir en el agua, las que solo se sumergieron durante la dilatación y las que nunca usaron inmersión.

Las autoras advierten de que el hospital del estudio atiende embarazos de bajo riesgo y, por tanto, sus resultados no deben generalizarse y pueden diferir de los centros de nacimiento o de los partos en casa. Sin embargo, señalan, “los hallazgos sí invitan al menos a la reflexión acerca de las limitaciones de uso de bañera que aún existe en algunos hospitales españoles”.

Además reclaman al Ministerio de Sanidad una política oficial de apoyo al parto en el agua, creando una guía de práctica clínica que oriente a los profesionales. Por último, denuncian las limitaciones a algunas mujeres a su derecho a parir en el agua, para lo que debería existir “evidencia científica de calidad que demuestre un mayor riesgo perinatal, algo que aún no se ha conseguido”.

Bañeras de parto ¿sí o no?

 

 

Aunque durante décadas casi se impuso en España una única forma de parir (en litotomía), poco a poco, cada vez más hospitales y casas de parto y matronas ofrecen la posibilidad de tener un parto en el agua, a pesar de que en otros está completamente prohibido su uso.

La realidad es que no hay consenso sobre el uso de las bañeras de parto y, de hecho, la Guía NICE en su última revisión de 2022 explica que no hay suficientes datos ni para rechazar ni para apoyar el parto en el agua, siendo la mujer la persona que debe tomar la decisión sobre su parto.

Tampoco hay en España una política sanitaria pública sobre el parto en el agua, aunque el Ministerio de Saludad publicó en 2022 el informe “Inmersión en agua durante el parto” en el que hablaba de él.

Los beneficios del agua caliente durante la dilatación

Para las mujeres con embarazos de bajo riesgo, la inmersión en agua caliente puede suponer una opción de alivio de dolor, sin que esto suponga ningún riesgo para sus bebés. De hecho, durante el proceso de dilatación y mientras la mujer pueda permanecer de pie, las duchas de agua caliente se usan para mitigar la intensidad de las contracciones.

 

 

Aunque, como decíamos, hasta ahora la ciencia no es concluyente a la hora de apoyar los partos en agua, no ocurre lo mismo con el proceso de dilatación. Así, diferentes estudios previos, observacionales y ensayos controlados señalan una disminución del uso de epidural, opioides, episiotomía, dolor materno y hemorragia postparto al usar el agua caliente durante la dilatación. Por tanto, la satisfacción materna es mayor, sin causar efectos adversos en los resultados maternos o neonatales.

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