¿Tienes un hijo en primaria? Podrías ser un padre helicóptero sin saberlo

Aunque un desarrollo saludable infantil precisa que los niños y niñas tengan oportunidades de ser independientes, es posible que muchos progenitores estén participando inconscientemente en una “crianza helicóptero” más de lo que creen, según sugiere una nueva Encuesta Nacional sobre la Salud Infantil del CS Mott Children’s Hospital de University of Michigan Health.

El informe resultante, basado en las respuestas de 1.044 padres de niños de 5 a 11 años, pone de relieve que aunque los padres admitan los beneficios de la autonomía personal para sus hijos, “existe una brecha considerable entre las actitudes de los padres sobre la promoción de la independencia de los niños y lo que realmente permiten o alientan a sus hijos a hacer sin supervisión“, según explica la codirectora de Mott Poll, Sarah Clark.

“Esto sugiere que algunos padres pueden estar perdiendo oportunidades de guiar a sus hijos en tareas de autonomía y obstaculizando involuntariamente el desarrollo de la independencia y las habilidades de resolución de problemas de los niños“, añade Clark.

 

 

Por ejemplo, la encuesta muestra que 4 de cada 5 padres de niños de entre 9 y 11 años coinciden en que es bueno que los niños tengan tiempo libre sin la supervisión de un adulto, pero son menos los que informan que sus hijos realmente hacen ciertas cosas sin la presencia de un adulto:

• Aproximadamente 3 de cada 5 padres han dejado que su hijo adolescente se quede en casa durante 30 a 60 minutos, mientras que la mitad dice que su hijo se ha separado de ellos para encontrar un artículo en otro pasillo de la tienda.
• Menos de la mitad dice que su hijo ha esperado en el coche mientras el padre hace un recado rápido, camina o va en bicicleta a la casa de un amigo o juega en el parque con un amigo, y menos de una sexta parte de los padres ha dejado que su hijo haga “Truco o trato” solo con los amigos.

Entre las razones por las que las familias no fomentan el desarrollo de más hábitos independientes en sus hijos están la seguridad, quedarse estancado en hábitos, la creencia de los padres de que su hijo no quiere hacer las cosas por sí mismo o no es lo suficientemente maduro. También el pensar que si su hijo/a hace solo/a las cosas, tardará demasiado tiempo o no se harán de la manera preferida de los padres.

 

 

Vemos positiva la independencia de los hijos, pero no la cultivamos porque nos da miedo su seguridad o ser juzgados

La razón principal detrás de la vacilación de los padres a la hora de promover hitos independientes en sus hijos es la seguridad. Sin embargo, aunque a poco más de la mitad le preocupa que alguien pueda asustar o seguir a su hijo, sólo el 17% de los padres dice que su vecindario no es seguro para que los niños estén solos.

“Hasta cierto punto, preocuparse por su hijo es natural. Pero algunos padres están limitando las actividades independientes de sus hijos debido a informes de los medios muy publicitados , incluso si es muy poco probable que esos resultados ocurran o no se puedan prevenir.

Los padres pueden relajarse con pequeños pasos, como dejar que sus hijos pasen tiempo con un amigo en un lugar público familiar. Las conversaciones antes y después pueden ayudar a los padres a evaluar si sus hijos comprenden la importancia de seguir las reglas de seguridad“, manifiesta Clark.

Otros padres dicen que impiden que los niños realicen esas tareas solos porque no creen que estén preparados, mientras que algunos padres creen que las leyes estatales o locales no permiten que los niños de esa edad estén solos y que alguien podría llamar a la policía.

 

 

La “cultura de la culpa”: El peso de sentirse “malos padres”

Un poco más de 1 de cada 10 padres también cree que los demás pensarán que son malos padres si ven a su hijo sin supervisión. Más de la mitad de los padres dicen que los niños sin supervisión causan problemas, mientras que una cuarta parte ha criticado a otro padre y el 13% ha sido criticado por no supervisar adecuadamente a su hijo.

“Los padres pueden verse afectados por la ‘cultura de la culpa’: la expectativa de que serán criticados si algo le sucede a su hijo”, incide Clark.

Los años de la escuela primaria son una fase importante para desarrollar la independencia

El informe de la encuesta también sugiere una desconexión entre lo que dicen los padres de niños más pequeños de 5 a 8 años y lo que hacen para fomentar la independencia.

Casi tres cuartas partes dicen que se esfuerzan por que sus hijos hagan las cosas por sí mismos, pero menos de la mitad de estos padres dicen que su hijo participa regularmente en acciones cotidianas como hablar con el médico o la enfermera en las visitas médicas, decidir cómo gastar el dinero de los regalos, hablar con adultos desconocidos en situaciones de negocios (como hacer pedidos en un restaurante o compras en una tienda) o incluso preparar su propia comida o merienda.

 

 

No obstante, Clark señala que los años de la escuela primaria son una fase importante para desarrollar la independencia con la guía de los padres.

“Volverse independiente es un proceso gradual que permite a los niños una mayor cantidad de libertad, con los padres allí para enseñarles habilidades y ayudar al niño a comprender las consecuencias de sus elecciones.

A medida que los niños adquieren más experiencia y se sienten más cómodos con las tareas, pueden asumir la responsabilidad de realizarlas con regularidad. Las investigaciones muestran que fomentar la independencia fomenta la confianza en sí mismo, la resiliencia, la capacidad de resolución de problemas y la salud mental del niño“, explica.

A medida que crecen, los niños y las niñas comienzan a necesitar realizar ciertas actividades sin que sus padres los vigilen o los supervisen, como pedir dulces con amigos en Halloween, volver andando del colegio con sus compañeros, quedarse solos en casa o ir en bicicleta a la casa de un amigo. La autonomía personal es precisa para la transición a la edad adulta, y es además un factor clave para el desarrollo y la felicidad.

 

 

¿Qué es ser un padre helicóptero?

El término “helicóptero” hace referencia a cómo los padres o las madres “sobrevuelan” todos los movimientos, proyectos y decisiones de los hijos; en una constante supervisión que limita la libertad de los niños.

Características de los padres helicópteros

Un padre helicóptero o una madre helicóptero es una persona que se preocupa en exceso por sus hijos/as, y se caracterizan por un comportamiento sobreprotector y controlador extremos que afectan el desarrollo emocional de los hijos.

Padres helicóptero: Consecuencias

Este tipo de hipercrianza tiene consecuencias negativas para el desarrollo infantil:

• Problemas emocionales. Los niños/as no aprenden a gestionar sus emociones e impulsos, ya que sus padres lo hacen por ellos. La regulación emocional brillará por su ausencia y, con el paso de los años, cada vez será más complicado gestionarla.
• Autoestima negativa. Estos menores acaban sintiendo que necesitan a sus padres para enfrentarse a cualquier reto de la vida, por lo que su autoestima se verá considerablemente mermada. Sienten que no son válidos porque no puede hacer nada por sí mismos.
• Dificultades de aprendizaje y problemas de comportamiento. La educación de un niño en casa, tiene sus consecuencias fuera de ella: en el aula… y en la vida. En ambas se exige cierta autonomía y su ausencia puede conllevar problemas de comportamiento, tanto dentro como fuera del aula.
• Ansiedad y miedo al futuro. Cuando un niño o una niña están sobreprotegidos, es muy probable que se desarrolle en ellos un miedo irrefrenable a los escenerios desconocidos, a las cosas nuevas y, por ende, al futuro en general, ya que no sabrá cómo actuar en numerosos escenarios de la vida diaria.

 

 

Padres helicópteros y “niños altar”

Los progenitores helicóptero acaban criando “niños altares”, a los que se cuida y venera siendo estos casi elementos estáticos, sin autonomía ni impulso personal propio.

Numerosos estudios señalan las consecuencias nocivas que la sobreprotección en la crianza tiene en el futuro, tanto en la vida personal como en el rendimiento académico y laboral de los niños y niñas hipervigilados y sobrecontrolados, que no saben valerse por sí mismos en escenarios comunes y cotidianos de la vida.

Sobreproteger es desproteger

Criar con respeto también es enseñar a tolerar la frustración. Los niños y las niñas que crecen con madres y padres ansiosos que les sobrevuelan todo el tiempo  se caracterizan por una baja o nula tolerancia a la frustración. Es decir, no saben gestionar la frustración y carecen de las herramientas básicas para salir adelante por sí solos en la vida.

 

 

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la psicóloga perinatal Mamen Bueno y la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.

 

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