En el blog solemos centrarnos bastante en todo lo relativo a la primera infancia, pero es cierto que los bebés de la tribu van creciendo y nuestras necesidades como padres también crecen con ellos. ¿Qué…
María Tecla Artemisia Montessori nació en Chiaravalle (provincia de Ancona, Italia) el 31 de agosto de 1870. Este año se están organizando eventos, celebraciones y homenajes por el nacimiento de Montessori en varios países del mundo, que se recogen en la página oficial del 150 aniversario.
Aunque se la conoce mayoritariamente por sus trabajos como pedagoga, Montessori era una mujer científica que estudió medicina, psicología, psiquiatría, filosofía, ingeniería, antropología y biología.
El niño es el maestro
Coincidiendo con este aniversario, se publica una de las biografías más extensas hasta el momento: “El niño es el maestro”, escrita por Cristina de Stefano. Muchas veces en el blog hemos hablado de la maravillosa pedagogía Montessori explicando que va mucho más allá que un método educativo: es toda una filosofía de vida.
Pero a pesar de haber pasado 150 años y tener resultados avalados en todo el mundo, sigue habiendo muchos mitos: desde que es una moda, hasta que se trata de un método muy rígido; o todo lo contrario, muy anárquico. Por eso hace poco publicamos un artículo en el que desvelábamos ocho principios Montessori para padres primerizos, en el que desmitificábamos muchas de estas falsas creencias.
Sin embargo, aún a pesar de nuestra labor de divulgación y la labor de muchísimos profesionales (entre los que se encuentra la prestigiosa revista Nature que en 2017 publicó un artículo a cargo de Chloë Marshall, en el que hacían una recopilación de los estudios realizados sobre su pedagogía basándose en la evidencia científica), siempre hay a quien le gusta criticar u opinar sin saber de lo que habla…
Nos da mucha pena que se hable de “las sombras de Montessori, como la pedagoga afín al fascismo y que abandonó a su hijo” y que se saquen completamente de contexto algunos detalles de su vida. No olvidemos que María Montessori nació en el año 1870, y el momento histórico y social que le tocó vivir fue uno de los más duros de la historia de la humanidad.
La vida de lucha y superación de una mujer genio
Su propio país aún no se había unificado (era la época de los Estados Pontificios), le tocó sufrir muy de cerca el fascismo, llegando a ser perseguida política; así como las dos grandes Guerras Mundiales y también la Guerra civil española (en aquellos momentos se encontraba viviendo en nuestro país), pero nunca dejó de luchar por sus ideales y de defender los derechos de las mujeres y los niños, como se puede ver en el documental Una vida dedicada a los niños:
Recordemos que fue una de las primeras mujeres en graduarse en la facultad de Medicina de Roma, cuando en aquel entonces el destino de una mujer era prácticamente casarse y ser ama de casa o, como mucho, dedicarse a ser maestra en el caso de que el marido le diese su permiso para trabajar…
Le costó varios años que le dejaran ingresar en la facultad, y aun así tuvo que hacer las prácticas sola por las noches, diseccionando cadáveres, porque en aquella época era inconcebible que una mujer viera el cuerpo desnudo de un hombre en presencia de otros.
Se graduó incluso con honores con tan solo 26 años y defendió su tesis sobre psiquiatría: “Contribución clínica al estudio de las alucinaciones de contenido antagonista”, ante un público incrédulo y expectante. Tal y como se explica en una de sus biografías publicada por RBA:
Su empeño resultaba doblemente admirable, pues no solo se adentraba con valentía y rigor en una de las áreas más oscuras de la medicina, sino que además lo hacía como mujer en un momento histórico en el que, justamente, el concepto de locura estaba muy ligado a los comportamientos femeninos. En el siglo XIX, de hecho, se consideraba que la insania de las mujeres comenzaba en los órganos sexuales femeninos; en el útero, para ser exactos.
Esto se puede ver muy bien en la película Hysteria. Por tanto, cuando conocemos bien los detalles de su vida, entendemos perfectamente cuál era su lucha y cómo tuvo que desenvolverse en la época que le tocó vivir.
El nacimiento de Montessori, la presión fascista y su propio drama personal
La primera Casa de Niños se abrió el 6 de enero de 1907 en el humilde barrio de San Lorenzo de Roma, fruto de un experimento pedagógico del arquitecto Eduardo Tálamo. Los resultados fueron tan sorprendentes que pronto se abrieron muchas más escuelas e incluso Mussolini le reconoció su trabajo y fundó la Opera Nazionale Montessori.
Pero, aunque a María Montessori le emocionaba poder difundir su método, terminó rechazando este conflictivo “apoyo” al advertir que los verdaderos fines del Duce eran el adoctrinamiento político a través de maestras afines al fascismo que educaban en ideas belicistas.
Lo más impactante de todo, creo que fue la vertiente más personal de su vida. Durante sus primeros años de ejercicio, trabajó como asistente en la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Roma junto a Dr. Giuseppe Montesano, cuyo trabajo admiraba y de quien se enamoró profundamente.
Fruto de este amor quedó embarazada, pero sin haber “oficializado” su relación a través del matrimonio, lo cual podía ser todo un escándalo en la época. Las familias de ambos no les apoyaron y decidieron “arreglar todo” para que terminaran desentendiéndose del niño, continuando así sus brillantes carreras profesionales sin manchar los apellidos familiares.
A sus 28 años, María Montessori dio a luz a su hijo Mario, el cual tuvo que entregar para que fuese criado por una nodriza. Los amantes pactaron hacerse cargo del niño en la distancia y no casarse con otras personas, promesa que nunca cumpliría Giuseppe.
La dottoressa nunca dejó de visitar a su hijo, pero muy a su pesar tuvo que esperar 12 años hasta que le fue posible desvelarle que era su madre. ¿Alguien puede hacerse a la idea de todo el dolor que tuvo que vivir, teniendo que ocultar su embarazo con fajas que oprimían su vientre, no pudiendo continuar su historia de amor y ni siquiera amamantar a su bebé?
Su legado: Montessori, la pedagogía de la Paz
Desde luego es impactante lo que sucedió, y tremendamente injusto; y aún así es impresionante todo el esfuerzo que ella hizo por dejarnos su gran legado en favor de la infancia a pesar de no haber podido disfrutar de su propio hijo, o que pudiera escribir libros tan llenos de cariño y amor como El niño en familia.
Tal vez el epitafio que se encuentra en su tumba ayude a entender su visión y así sumarnos a su causa:
“Io prego i cari bambini, che possono tutto, di unirsi a me per la costruzione della pace negli uomini e nel mondo” (Ruego a los queridos niños que todo lo pueden, se unan a mí para la construcción de la paz entre los hombres y el mundo).
Felicidades María Montessori, el mundo necesita más mujeres como tú.
¡Te leemos en comentarios!
Autor/a
Maravilloso poder conocer su vida!!!! Qué transformación altruista ante semejante dolor por no poder estar junto a su hijo!!!
Así es.. ¡Gracias por comentar Bibiana!
Me impacta la vida de María Montessori. Todas sus enseñanzas y su pedagogía. Hace bien poco no tenía ni idea de quién era . Gracias a todos los q hacéis posible q su lucha y su vida sigan presentes haciéndonos llegar toda la información y su modelo de educación que tanta falta nos hace en estos tiempos. En especial gracias a Miriam Escacena, pues es a través de ella q he conocido a María Montessori.
Muchísimas gracias Paloma por tus palabras, me alegro mucho.