Mi primer colacao no es saludable, aunque tenga el sello de la Sociedad de Pediatria Extrahospitalaria y Atención Primaria

Aunque “Mi primer colacao” apareció en el mercado en 2016, en los últimos días se ha convertido en tema de debate en redes sociales. La razón es que se vende como un producto “adaptado por pediatras” pero en realidad sigue siendo un producto muy poco recomendable. Y para niños, nada recomendable. De hecho, no es saludable.

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Aclaración desde la Sepeap (26/07/21)

Desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) se han puesto en contacto con CSC para aclarar que esta sociedad no “patrocina” ni “avala” ni “recomienda” este producto de Colacao; un producto que, por otro lado, ha dejado de comercializarse aunque se publicita en algunas plataformas de venta online.

Desde 2016, prosiguen fuentes de esta entidad, “no se ha realizado ningún acuerdo con ninguna casa de industria alimentaria”, aunque sí hubo un acuerdo con la anterior directiva de la SEPEAP que fue la que recomendó principalmente “bajar el nivel de azúcar de la fórmula”. Ahora, insisten desde esta sociedad de pediatría, la postura oficial es recomendar una “dieta equilibrada adecuada para la edad y necesidades de cada niño”. “Creemos que difundir ese mensaje repetidamente es la mejor forma de que cale entre la sociedad”, finalizan dichas fuentes.

El problema es que con ese aval de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (aunque fuera de la directiva anterior) se lanza un mensaje contradictorio que puede confundir a muchos padres. Y no ocurre solo con este producto. Son muchos los que intentan apelar a esa supuesta riqueza nutritiva para atraer consumidores; perpetuando, por otro lado, la adicción al azúcar de nuestra sociedad.

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Azúcar disfrazado de alimento saludable

Como digo, no es el primero y me temo que no será el último en utilizar etiquetas llamativas y con aspecto de estar comprometidos con lo saludable. Ya en este otro post os contábamos que con esas etiquetas se disfrazan productos poco o nada saludables. La organización de consumidores OCU realizó un estudio sobre “Mi primer colacao” que dejaba claro que era un producto perjudicial para los niños.

 

 

La dietista-nutricionista del equipo de Criar con Sentido Común, Rebeca Pastor, aclara que el azúcar es el “principal ingrediente” de este producto. Y que este se encuentra camuflado en otros ingredientes como la crema de cereal kola-malteado, “que no es más que un refinado de cereal y por tanto azúcar pura y dura”. También incluye maltodextrina de maíz. “Es un nombre diferente para el azúcar, como la maltosa o la dextrina”, añade Rebeca Pastor, quien sentencia: “la cantidad de azúcar es brutal”.

 

 

En este caso concreto, una cucharada de “Mi primer colacao” (unos 15 gramos) contiene 5,4 g de azúcar. Cuando para que se considere una cantidad coherente no ha de superar los 5 gramos por cada 100. Además, hay que tener en cuenta que a los menores de un año NO se les debe dar azúcar. Y hasta los tres años, no es recomendable ofrecer productos con azúcar añadida.

Rebeca Pastor también indica que “es engañoso el contiene cereales” cuando en realidad son harinas refinadas. Es un “engaño total”.

“Me preocupa que algunos padres se sientan tentados de utilizar este tipo de productos para modular el sabor de la leche; como si fuera una alternativa: voy a añadirle colacao a la leche para que se la tome”. Es un error muy común, como el añadir miel a la leche. 

 

Mi primer colacao tiene un aval pediátrico cuestionable

Pero, quizás, lo llamativo de este producto es que esté “adaptado por pediatras”, como pone en letras bien grandes en el envase, junto al rostro de un peque completamente feliz, con restos de colacao en la boca.

Junto a él, además de ese mensaje, varios círculos de colorines llamativos con mensajes como “con minerales y vitaminas”, con “azúcar reducido”, “con cereales”, “con el toque justo de cacao”. ¿Y qué ocurre? Que padres y madres confiamos en los pediatras y si vemos que ellos lo han adaptado y que incluye el sello de una sociedad pediátrica, nos creemos es que es sano. Y no, “Mi primer colacao” no es saludable.

 

 

“Es una pena porque las familias tienen como referencia a los sanitarios y que vean esta recomendación les hará dudar. Los pediatras hacen una labor maravillosa y tienen mucha tarea por delante, pero en alimentación a veces están bastante desactualizados y pueden caer en ofrecer este tipo de cosas. Pero para eso estamos los dietistas-nutricionistas, para colaborar. No debemos olvidar que lo importante es la salud de los niños por encima de todo“, subraya Rebeca Pastor.

Sinazucar.org también señala desde su site que “30g de Mi primer Cola Cao contiene 10.8g de azúcar, casi 3 terrones. Lo patrocina La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)”.

 

 

Este y otros productos similares buscan crear una necesidad que no existe realmente. La alimentación infantil es muy saludable con productos no industriales, sino naturales y cocinados de la forma correcta, sin aditivos. Incluso nosotros como adultos ofrecemos a los niños algunos alimentos que no necesitan. Por ejemplo, postres de chocolate. “Qué necesidad hay de ofrecérselos cuando son muy pequeños, ya tendrán tiempo. Cuando queremos ofrecerle un pastel de chocolate en realidad lo queremos nosotros. Darles de comer algo que nos gusta a nosotros es una forma de manifestar nuestro amor a los hijos”, dice nuestra dietista-nutricionista.

Cuando la comida apela a los sentimientos

Es muy curioso, además, cómo se utiliza la imagen en este tipo de productos. Además de mensajes disfrazados de aval profesional, suelen traer colores llamativos, imágenes que apelan a las emociones. Porque los alimentos y las emociones van de la mano muchas veces; hasta el punto de que a veces va más allá de una simple forma de nutrirse.

Y en este caso, también ocurre, pese a que “Mi primer colacao” no es saludable, la imagen de ese niño feliz con la boca llena de chocolate nos hace trasladarnos a nuestra infancia.

“La gente toma colacao porque lo ha tomado toda la vida, porque a través de él se retrotraen a otra época y quieren trasladar a esos momentos felices a sus hijos“, explica Rebeca Pastor, que añade: “los alimentos nutren nuestra alma y nuestro amor. Y estos productos ponen en venta esas emociones”.

 

 

El binomio alimentos y emociones se establece desde la lactancia materna, cuando el pecho de mamá no solo alimenta, sino que calma y reconforta. Los premios y los castigos (aunque sean opuestos a la crianza respetuosa) a menudo se relacionan con la comida. Cuando queremos agasajar o mostrar nuestro cariño a otra persona, a menudo lo hacemos con una invitación a cenar en un restaurante o preparando un plato suculento. Y eso lo sabe la industria alimenticia y sus departamento de marketing, que idean productos como “Mi primer colacao”.

 

 

Cómo combatimos al engaño

Pues es fácil. No dejándonos engañar. ¿Y cómo? Yo particularmente desconfío de cualquier alimento que dice “especial para bebés”, “for kids”, “mi primer…”, etc. Suelen ser más caros, camuflar sus ingredientes y poco nutritivos.

Además, no dejarnos llevar por las emociones o la seducción de determinados productos. Y entender que la verdadera información nutricional no está en la parte frontal (con ingredientes naturales, con fibra, sin azúcar añadida…); sino detrás, en la descripción de los valores nutricionales.

 

 

En algunos países europeos funciona el sistema Nutriscore, que etiqueta los alimentos con una escala de colores y letras (de la A a la E). Es una etiqueta frontal fácil de leer y que pretende ayudar al consumidor a comprender si un producto es o no saludable. En cualquier caso, y aunque lo recomiende cualquier sociedad pediátrica u organismo similar, debemos leer la letra pequeña y aprender y comprender las etiquetas.

En Criar con Sentido Común os ayudamos con un curso concreto sobre este aspecto. Es gratuito para las familias que forman parte de la Tribu CSC, donde también podéis resolver vuestras dudas consultando online a nuestras profesionales.

 

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