Marta López: “El Coronavirus ha venido para quedarse, pero disminuirá su virulencia y saldrá vacuna”

Marta López Diego, investigadora en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC es una científica española experta en Biología Molecular y Celular. La especialista madrileña, con amplia experiencia en virus como la gripe o los coronavirus, nos atiende telefónicamente y destaca que, aunque la completa erradicación del COVID-19 es difícil, los coronavirus tienden a suavizar sus efectos con el tiempo, para favorecer la convivencia con su huésped, al que necesitan para sobrevivir.

 

 

P: Teniendo en cuenta el comportamiento de los virus en general y el de los coronavirus en particular, ¿qué cabe esperar?

R: Se sabe poco del actual coronavirus porque es un virus totalmente nuevo. Normalmente estos virus suelen estar en ciertos animales, como los murciélagos, y luego utilizan un animal intermedio para saltar a humanos. Si se tiene en cuenta lo que pasa con otros coronavirus estudiados (no hay que olvidar que hay otros cuatro coronavirus que están infectando a humanos), entonces se podría esperar que en verano bajen los casos y luego vuelvan otra vez en invierno. Este nuevo virus ya está muy extendido, por lo que es muy probable que se quede en la población; no creo que se vaya a eliminar completamente. Más bien lo que cabe esperar es que siga habiendo casos de contagio durante unos meses, a pesar de las cuarentenas y todas las medidas que se están tomando. En verano bajarán los contagios y luego, en invierno, volverán a aparecer nuevos casos. Esperamos que en octubre siga habiendo casos pero no como ahora, sino de forma descendente.

P: El virus es ahora especialmente virulento… ¿Cabe esperar que también vaya suavizando sus efectos?

R: Efectivamente. Eso es lo que suele pasar con los virus que saltan de animales a humanos, que se van atenuando. Esperamos que con este pase lo mismo. A un virus no le interesa matar a su huésped porque si no, no se pueden replicar.

P: ¿Estamos lejos de conseguir una vacuna?

R: No. Aunque este es un virus nuevo, se llama SARS-CoV-2 porque es muy parecido al SARS-CoV-1, que apareció en China en 2002. Aquel virus se transmitía mucho peor y por eso desapareció su contagio en humanos. Este tiene mayor facilidad de transmisión, por eso se ha descontrolado y pienso que no se va a llegar a controlar totalmente. Sin embargo, todos los estudios que se hicieron en aquel momento con el SARS-CoV-1, que sí se controló, se pueden ahora trasladar a este nuevo virus. Por tanto, ya hay mucho avanzado a la hora de crear una vacuna. Yo creo que no se está lejos de tenerla. Teniendo en cuenta que hay que hacer ensayos en animales y ensayos clínicos en humanos… opino que la vacuna tardará aproximadamente un año en ser una realidad.

Ahora mismo, de hecho, ya existen antivirales y se van a probar en España. Son compuestos que inhiben la replicación del virus en distintas etapas. Ya se han probado en China, con buenos resultados, y anteriormente en otros casos, como el de ébola en África. Los antivirales son para los ya infectados y actúan cortando rápido la replicación. La vacuna, en cambio, es para prevenir el contagio antes de que te infectes y generar una respuesta inmune que hace que, cuando te contagies, estés protegido. Es decir, el antiviral actúa después de la infección, para inhibir el virus y evitar que se multiplique mucho en el organismo.

P: Respecto a las primeras noticias que llegaron, se empezó describiéndolo como una gripe y por eso no cundió la alarma. Las primeras medidas incluso parecían exageradas… En su opinión como experta, ¿esto ha estado bien gestionado? ¿Se tenía que haber dicho que era una especie de neumonía?

R: Bueno, el virus de la gripe también puede causar neumonía… Supongo que al principio no se quería alarmar a la población. Es un tema difícil porque cuando aparece un virus nuevo no sabes muy bien cómo va a evolucionar todo. Ahora creo que los medios no quieren alarmar, pero están todo el día hablando de coronavirus y eso tampoco ayuda.

P: ¿Hay algo que no se esté contando sobre el virus?

R: No lo creo, es un virus nuevo y por eso saldrán datos nuevos cada día.

P: Teorías conspiratorias, escritores visionarios… ¿qué le parecen todos los rumores sobre su posible origen? ¿Ha podido el Coronavirus salir de un laboratorio?

R: Obviamente no se puede descartar nada, pero no creo que sea cierto. La experiencia nos indica que todos los coronavirus anteriores saltaron de animales a humanos. 

P: Sobre el tiempo de incubación también se oyen datos muy dispares, desde 2 días a más de 20… ¿Es insuficiente una cuarentena de 15 días? Realmente, ¿de cuánto es el periodo de incubación del coronavirus? ¿La cuarentena es una medida para frenar la curva, no el virus?

R: Lo que se quiere conseguir con la cuarentena es frenar la curva para que los hospitales no se saturen demasiado. Pero, insisto, es un virus que se va a quedar con nosotros aunque su curva de contagio disminuya progresivamente. El tiempo de 14 días parece que es un poco la media, lo más frecuente. Pero en efecto, el reto que plantea este virus es que puede aparecer después de más días y también que hay gente que es asintomática. Estas personas no tienen síntomas pero pueden contagiar a otros. Ese es otro de los problemas que presenta su eliminación completa, porque hay gente que puede estar contagiando sin saberlo.

P: Para contener esto, ¿se prolongará la cuarentena?

R: Es muy probable. Hay que esperar a ver.

P: Como científica especializada, ¿echa en falta otras medidas de prevención diferentes a las que ya conocemos todos? Por ejemplo, qué sucede con los zapatos que entran en casa…

R: No realmente. Sobre todo, hay que mantener la distancia con la gente y lavarse bien las manos.

P: Si es un virus que ha llegado para quedarse, a pesar de las medidas ¿vamos a pasar todos, o casi todos, el coronavirus?

R: Es muy probable. Es un virus que en el 80% de los casos es asintomático, hay un 20% de afectados que tienen síntomas y un 2% de personas que fallecen. Pero es muy probable que haya muchos casos asintomáticos que no se están detectando, por lo que la tasa de mortalidad real puede ser mucho menor, porque hay más casos de los que se están contabilizando.

Hay gente que no se está haciendo las pruebas porque no presenta síntomas. Por todo ello es importante tomar medidas para contener su contagio, pero no hay que ser alarmista: una persona sana puede que ni presente síntomas y, si los presenta, es casi seguro que va a pasar el virus como una gripe. La mortalidad está más relacionada con otras patologías previas.

P: Sí, pero aunque los grupos más vulnerables son los más afectados, también hay ejemplos de gente sana y joven en UCI, intubados…

R: Pocos. Eso es lo raro, no lo frecuente. También sucede en casos aislados, cuando una gripe deriva en neumonía. Los niños, por ejemplo, son un vector de contagio pero la mayoría de los que se contagien lo hará de forma asintomática o leve. El problema real es que pueden estar contagiando a otras personas sin saberlo, porque no presentan síntomas. Por eso interesa mucho que no se contagie la población joven y sana.

P: Respecto a las embarazadas y madres recientes: ¿se transmite de madre a hijo o a través de la leche materna?

R: No se transmite, pero hay que mantener las medidas de prevención: si se tiene hay que tener cuidado al juntarse con el niño, lavarse bien las manos, no tocarse el pecho con las manos, usar mascarilla…

P: ¿Podemos ser optimistas? ¿Tiene usted una visión positiva al respecto?

R: Sí. Se están tomando muchas medidas. El número de casos bajará y es probable que el virus se atenúe para adaptarse a los humanos. Hay medidas que funcionan, que mitigan sus efectos, y las vacunas estarán listas en un año, o menos.

 

 

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