Hay síntomas que son universales en una mujer de apenas 3 ó 4 semanas de embarazo: tener náuseas, orinar más, sensibilidad en el pecho, una somnolencia excesiva (sobre todo por la tarde-noche) y la sensación…
Entre un 70 y un 80% de las mujeres embarazadas sufre náuseas en el embarazo. En muchas ocasiones provocan incluso vómitos. Pero hasta ahora sus causas no estaban del todo claras y se achacaban a un factor multifactorial, hormonal e incluso genético. Y, lo que es peor, no tenían tratamiento específico.
La mayoría de las gestantes las experimenta durante el primer trimestre de embarazo y van remitiendo a medida que avanza la gestación, sin embargo hay otras mujeres que sufren náuseas hasta el mismo momento del parto, aunque haya medidas que puedan aliviarlas.
Hasta la fecha se han considerado normales y comunes asociadas a mujeres embarazadas. Es más, incluso algunos estudios han demostrado que las náuseas y vómitos durante el primer trimestre de embarazo son signo de buen estado de salud gestacional, ya que son un indicativo de que se está teniendo un aumento de las hormonas necesarias para tener un embarazo sano. Asimismo, según los investigadores, es posible que las náuseas y los vómitos durante el embarazo sean un signo de tejido placentario viable.
Tanto es así que, según estas investigaciones, las náuseas protegen al feto contra las toxinas y patógenos en los alimentos y bebidas. De hecho, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) han encontrado evidencia de que las mujeres que las sufren incluso tienen un menor riesgo de sufrir un aborto espontáneo que las mujeres que no presentan estos síntomas.
Aunque en algunos casos no son buena señal. Por ejemplo, por lo general las náuseas típicas del embarazo suelen desaparecer por sí solas alrededor del cuarto mes de gestación. Si estas persisten o son muy acusadas, es conveniente acudir al médico.
Y es que hasta un 2% de las embarazadas sufre hiperémesis gravídica (HG), un trastorno que provoca náuseas y vómitos tan intensos que pueden provocar deshidratación en la madre y deficiencia de nutrientes y problemas en el desarrollo fetal. Esta es, de hecho, la principal causa de hospitalización al comienzo de un embarazo y la segunda causa más común de hospitalización durante el embarazo en general.
Ahora ya se sabe cuál es la causa detrás de las náuseas y los vómitos durante el embarazo, incluso en los casos más graves: el gen GDF15. Conocerlo puede ayudar a prevenir y tratar estos molestos síntomas y reducir sus efectos secundarios en los casos más graves.
Científicos descubren la causa de las náuseas y los vómitos en el embarazo: El gen GDF15
Así lo determina un nuevo estudio, multidisciplinar y realizado por investigadores de diversas partes del mundo. En él, el grupo de trabajo investigó la relación entre el gen GDF15 y la hiperémesis gravídica, descubriendo que un nivel excesivo de esta hormona es la principal responsable.
En una investigación anterior, los científicos compararon los genes de 926 embarazadas con HG con 660 mujeres que tenían niveles normales de náuseas y vómitos durante el embarazo. En todos los casos, solo un gen difería significativamente entre los dos grupos: el gen que codifica una hormona del estrés celular llamada GDF15.
Esta hormona, presente en niveles altos en la placenta, resulta que envía señales a una parte del cerebro que controla las náuseas y el apetito. Los resultados de la investigación sugieren que algunas mujeres presentaban ciertas variantes del gen identificado, y en estas variaba la forma en que la hormona GDF15 enviaba señales al cerebro, lo que llevaba a los síntomas de HG.
“Durante años se pensó que las náuseas estarían causadas por la hormona del embarazo (hCG) e incluso que podían ser de naturaleza psicológica, por lo que este avance nos lleva en una nueva dirección”, dijo Marlena Fejzo, investigadora docente de la Escuela de Medicina Keck y autora principal del artículo. “Nuestro estudio proporciona pruebas convincentes de que las anomalías en el gen GDF15 y la proteína que codifica son la causa principal de la HG“.
Predeterminado antes del embarazo
El GDF15 que circula en la sangre materna es predominantemente de origen fetal. Se encontró que la mayoría proviene de la unidad feto-placentaria y que niveles más altos de GDF15 se asocian con vómitos y son aún más elevados en pacientes con HG.
Los niveles más bajos de GDF15 antes del embarazo predisponen a las mujeres a la hiperémesis gravídica. También se descubrió que una variante rara en el gen GDF15, conocida como C211G, predispone a las madres a HG y afecta la secreción celular de GDF15 y se asocia con niveles bajos de GDF15 en el estado no embarazado.
Asimismo, los autores del estudio también hicieron experimentos en ratones y hallaron que exponerlos antes del embarazo a altos niveles de GDF15 les protegía contra el desarrollo posterior de náuseas y vómitos.
Este descubrimiento sugiere que pruebas genéticas realizadas a las embarazadas podrían hacer posible prevenir los casos más graves y diseñar tratamientos contra las náuseas y los vómitos en el embarazo, algo que ha avanzado muy poco en los últimos años.
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