¿Sabías que hay una gran diferencia entre limpiar y desinfectar? La limpieza es la eliminación de mugre y gérmenes de las superficies. Esto no mata los virus, pero reduce su número. Para limpiar las superficies de nuestro hogar, no hace falta un arsenal de productos químicos, después de desempolvar las superficies, usar una simple combinación de agua y jabón es muy eficaz contra COVID-19.
La desinfección, en cambio, implica el uso de un químico para matar gérmenes en las superficies después de limpiarlas. Esto reduce el riesgo de propagación de la infección. Para ello, podemos emplear una combinación de cloro para desinfectar (4 cucharaditas de cloro por litro de agua). Después debemos dejar que se asiente en la superficie durante al menos un minuto antes de secar por completo.
Los Centros de Prevención y Control de enfermedades (CDC) de EEUU recomiendan limpiar y desinfectar regularmente las superficies de contacto habitual del hogar. Es decir: todo aquello que más se toque debido al uso diario. Esto incluye: mostradores de cocina y baño, interruptores de luz, pomos de puertas y tiradores de cajones y armarios, grifos, baños y aparatos de electrónica como electrodomésticos, teléfonos, mandos a distancia o de control remoto de aires acondicionados, etc. Lo mejor para desinfectar elementos electrónicos son las toallitas o aerosoles con un 70% de alcohol.
Por último, podemos aspirar los suelos, alfombras, colchones y sofás para eliminar el polvo. Así la limpieza del hogar será realmente profunda. Debemos asegurarnos de mover los muebles y pasar la aspiradora por debajo de camas y en armarios. ¡Y no olvides las salidas de aire! Mantenerlas limpias para que expulsen aire puro es fundamental para la salud del bebé y de toda la familia.
En cualquier supermercado podemos encontrar limpiadores de azulejos tradicionales, pero una simple mezcla de bicarbonato de sodio y agua hace el mismo efecto. Esta es una excelente opción de limpieza no tóxica para los suelos, paredes y encimeras de baños y cocinas, dos de las zonas más “sucias” de la casa que tenemos que asegurarnos que estén limpias si queremos mantener nuestro hogar libre de coronavirus.
Ahora que estamos en plena faena, es el mejor momento para limpiar las ventanas. Bastará con agua y jabón para lavar por dentro y por fuera. Podemos meter las cortinas en la lavadora o llevarlas al tinte para su limpieza en seco, según su composición y las indicaciones del fabricante. Si tenemos persianas de lamas, usaremos un paño húmedo para limpiarlas.
Si las líneas de lechada de los baños están sucias y mohosas, un buen consejo para su limpieza es volver a sellar la lechada para que no se manche. Otra opción es frotarlas con un cepillo de dientes.
Hay toneladas de productos que pueden eliminar el coronavirus de nuestro hogar. La EPA publicó una lista de los productos químicos que se pueden usar, que incluyen los productos de limpieza domésticos comunes, como el peróxido de hidrógeno, el alcohol isopropílico (alcohol para frotar) que es 70% de alcohol, e incluso algunos limpiadores de inodoros.
Pero si tenemos niños en casa y queremos evitar productos químicos tóxicos y agresivos, es preferible optar por una gama de productos de limpieza ecológicos. Las firmas especializadas en este tipo de artículos, tienen en su catálogo alternativas a prácticamente cualquier producto de limpieza y desinfección, ¡y son aptos para bebés!
¡No intentes hacerlo todo a la vez! Divide tu hogar en secciones fáciles de administrar (habitación por habitación, por ejemplo). Una vez que hayas terminado la limpieza y desinfección de toda la casa, es importante seguir limpiando y desinfectando el coronavirus regularmente, especialmente las superficies más tocadas en el día a día.
Y no olvides descalzarte antes de entrar en casa y lavarte las manos regularmente (durante al menos 20 segundos) con jabón y agua. ¡Sobre todo antes de coger a tu bebé!
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