La ludopatía adolescente preocupa a los especialistas. Según el Instituto Terapéutico Intastur, la adicción al juego y a las apuestas online entre adolescentes crece "de forma incontrolada". Según las últimas investigaciones de la Federación Española…
¿Cómo tratar a un hijo ludópata? Los especialistas de Fad Juventud dan consejos a padres madres sobre cómo abordar los riesgos de las apuestas online con sus hijos e hijas.
Ambos factores están modificando el perfil clásico del ludópata y disminuyendo cada vez más la edad de los/as jugadores. El juego online y las apuestas deportivas a través de dispositivos con conexión a Internet, como smartphones y tablets, son ahora el mayor riesgo de adolescentes y jóvenes.
Por ello, los expertos se esfuerzan en ofrecen consejos e indicaciones a las familias para que puedan ayudar a gestionar la relación de sus hijos e hijas con las nuevas tecnologías y el mundo digital.
La ludopatía adolescente en cifras
¿Cuántos jóvenes apuestan? Se calcula que casi el 20% de los jóvenes españoles de 14 años han apostado dinero alguna vez en un salón de juego. Según BBVA y Fad Juventud, 1 de cada 10 estudiantes de 14 a 18 años ha jugado alguna vez dinero real de forma online. Los niveles de juego con dinero online son mayores en los hombres que en las mujeres: 15% ellos y 3,8% ellas.
En cuanto al tipo de juego, los videojuegos, las apuestas deportivas y los deportes electrónicos son los que cuentan con porcentajes más altos, tanto para hombres como para mujeres.
La prevalencia de juego con dinero online aumenta según aumenta la edad, siendo los jóvenes de 18 años los que presentan una mayor prevalencia, patrón que se viene repitiendo desde 2014.
¿Por qué apuestan online los adolescentes?
Apostar online se ha convertido en una actividad de ocio más entre adolescentes y jóvenes. Esta es una actividad que realizan en la intimidad, por lo que puede ser difícil de detectar, y muchas veces no son conscientes de los riesgos que conlleva.
El juego es una actividad inmersiva, que les atrae y que tienen al alcance de la mano sin que perciban que puede acarrearles serios problemas como el fomento de una ludopatía, pérdida de dinero; situaciones de ansiedad y estrés para ocultar las pérdidas; o problemas en las relaciones familiares, laborales y personales.
La publicidad en TV, Internet y a través de influencers en redes sociales, lleva a muchos adolescentes a normalizar este tipo de actividades y entenderlas como un tipo de entretenimiento más. Además, la facilidad de descarga de estas aplicaciones genera un entorno en el que la juventud no percibe los riesgos de apostar dinero online.
La posibilidad de realizar ciertas actividades online favorece muchos comportamientos potencialmente adictivos, incluido el trastorno de juego. La inmediatez, la fácil accesibilidad y acceso 24 horas al día, el anonimato y el entorno íntimo que proporcionan las nuevas tecnologías, facilitan la pérdida de control.
¿Cómo afecta la ludopatía a los adolescentes?
Cuando el juego se convierte en el centro de la vida de una persona, este ocupa una gran parte de la actividad diaria. El adicto al juego piensa constantemente en cómo jugar, cuando o de dónde sacar el dinero para poder jugar, y es incapaz de dejar de jugar a pesar de las consecuencias negativas:
- Graves pérdidas económicas, a menudo con serios endeudamientos e incluso bancarrota.
- Problemas en las relaciones familiares, laborales o personales.
- Mal desempeño laboral o pérdida del empleo.
- Cambios en los estados de ánimo (nerviosismo, angustia, tristeza, introversión, mal humor).
- Pérdida de apetito.
- Trastornos de sueño.
- Problemas de ansiedad y depresión.
- Mal estado de salud general.
- Problemas legales o encarcelamiento.
- Suicidio, intentos de suicidio o pensamientos suicidas.
Ludopatía: Síntomas e indicadores
¿Cuál es el comportamiento de un ludópata? Para padres y madres, detectar este tipo de actividades a veces no es nada sencillo porque suele suceder en la intimidad y en dispositivos personales. Sin embargo, existen ciertos indicadores que pueden alertarnos de los posibles riesgos. Los signos y síntomas del juego compulsivo (o trastorno del juego) pueden incluir los siguientes:
- Aparición de gastos injustificados.
- Cambios bruscos en hábitos y rutinas.
- Cambio en las amistades (cambio de grupo de amigos o apatía social e introversión).
- Disminución del rendimiento escolar o laboral.
- Cambios físicos o de ánimo acusados (nerviosismo, cansancio, preocupación, mentiras, desmotivación, apatía).
- Estar preocupado por apostar y planificar actividades con apuestas constantemente.
- Búsqueda constante de cómo obtener más dinero para apostar.
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para sentir la misma emoción.
- Intentar controlar o finalizar el juego y no poder abandonar las apuestas.
- Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas.
- Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos negativos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
- Intentar recuperar el dinero perdido apostando más (recuperar las pérdidas).
- Mentir a los familiares y amigos para ocultar la gravedad del juego compulsivo (las mentiras de un ludópata no son siempre fácilmente detectables).
- Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo.
- Pedir a otras personas que le saquen de apuros financieros porque perdió todo su dinero apostando, ha contraído deudas o está arruinado (tener un ludópata en la familia puede llegar a arruinar a toda una unidad familiar).
Según los expertos en el tratamiento de adicciones y conductas adictivas, si se detectan síntomas de adicción en los/as hijos/as es fundamental pedir ayuda profesional lo antes posible.
Si quieres más información o necesitas apoyo o asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.
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Factores de riesgo
Aunque la mayoría de las personas que juegan a las cartas o apuestan nunca desarrollan un problema con el juego compulsivo, existen algunos factores y perfiles de riesgo que suelen asociarse con el juego compulsivo:
- Problemas de salud mental. Las personas que juegan compulsivamente pueden tener problemas de abuso de sustancias, trastornos de la personalidad, depresión, ansiedad, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
- Edad joven. El juego compulsivo es más común en personas jóvenes y de mediana edad. Jugar compulsivamente durante la infancia o la adolescencia aumenta el riesgo de desarrollar una adicción.
- Sexo masculino. Es más común en hombres que en mujeres. Sin embargo, las mujeres que juegan compulsivamente suelen empezar a jugar a una edad más avanzada, pero pueden volverse adictas con mayor rapidez. Sin embargo, los patrones de juego compulsivo en hombres y mujeres cada vez se vuelven más similares.
- Influencia de familiares o amigos. Si hay familiares o amigos con un problema de juego compulsivo, hay más probabilidades de que el adolescente también lo desarrolle.
- Ciertos medicamentos. Por ejemplo, los fármacos que tratan la enfermedad de Parkinson y el síndrome de las piernas inquietas. Los medicamentos llamados “agonistas de la dopamina” también tienen un efecto secundario que, aunque poco frecuente, puede provocar comportamientos compulsivos en algunas personas.
- Ciertos rasgos de la personalidad. Ser muy competitivo, tener una personalidad muy ansiosa, ser adicto al trabajo, impulsivo, inquieto o aburrirse fácilmente pueden aumentar el riesgo.
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Cómo tratar a un ludópata en casa
Además de acudir a un profesional o centro especializado en adicciones y conductas de riesgo, el entorno familiar es muy importante para la rehabilitación del adicto. En este sentido se recomienda seguir una serie de pautas:
- Entender el problema. La ludopatía es una enfermedad de tipo conductual pero presenta pocas diferencias respecto a una adicción a una sustancia. El ludópata es tan adicto al juego y a las apuestas como un heroinómano a la heroína. De hecho, los adictos al juego sufren síntomas de dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia muy similares a las personas adictas a sustancias, y experimentan un impulso emocional y físico que solo se calma una vez que inicia la conducta de apostar. Por todo ello, es muy importante comprender bien la enfermedad, evitar los posibles reproches o recriminaciones y centrarse en el presente y en la situación que el adicto está atravesando.
- Preguntar sin juzgar. Hacerle preguntas sobre sus sentimientos y su situación con el juego ayuda al adicto a desahogarse, pero es importante escuchar sin hacer juicios de valor y evitar preguntas que le puedan hacer sentir como una mala persona o un irresponsable. Asimismo, preguntar es también una manera de conseguir información sobre los motivos por los que el adicto se refugia en las apuestas y una forma de encontrar la mejor ayuda para el ludópata.
- Relacionar el juego con problemas. Es importante conseguir que sea el propio adicto el que asocie el juego a sus problemas poniéndole ejemplos concretos. Por ejemplo, recordándole momentos desagradables que ha vivido donde la ludopatía fue la causante de ellos. Así, el adicto puede darse cuenta de que si empieza a evitar las apuestas, sus problemas a corto plazo comenzarán a disminuir de forma directa.
- Informar sobre la adicción. Cuanta más información tenga sobre su adicción, más probabilidades tendrá el adicto de decidir dejar lo que le hace daño. Explicar qué es la ludopatía y qué efectos tiene puede conseguir que el propio adicto tome conciencia del problema y busque maneras de solucionarlo.
- Buscar nuevos intereses. Proporcionarle alternativas ayuda al adicto a llenar el tiempo que ocupa el tiempo en su vida. Se trata de cambiar el foco de atención y conseguir nuevas motivaciones más saludables con las que pueda sentirse satisfecho sin necesidad de apostar. Es importante buscar actividades que sean incompatibles con el juego como hacer ejercicio, leer, ir al cine, quedar con amigos o ir a pasear.
- Apoyar en todo momento. Finalmente, es fundamental que durante todo el proceso de cambio el adicto sienta que recibe el apoyo que necesita. Superar una adicción es un difícil reto que conlleva momentos de estrés y angustia en los que necesita alguien en quien apoyarse. Apoyarle significa no ser excesivamente duro ni tampoco permisivo, sino empatizar con su sufrimiento y ayudarle en el camino hacia la superación y el cambio.
Mejor prevenir en lugar que curar
Para evitar que nuestros hijos e hijas tengan una futura adicción al juego o caigan en cualquier otro riesgo en Internet, es importante educarles en un uso saludable y adecuado de las nuevas tecnologías y hablarles de forma clara y abierta sobre sus riesgos.
Establecer normas de uso de las nuevas tecnologías en casa, en cuanto a horarios y contenidos, es básico. Asimismo, utilizar controles parentales para sus dispositivos personales (adecuados a la edad de nuestros hijos e hijas) es sumamente relevante para evitar no solo los riesgos del juego online, sino otros peligros de Internet, como el acceso a contenido inapropiado para menores.
También debemos explicarles los riesgos del juego online y las apuestas, y expresar una actitud firme en contra del juego. Por ejemplo, podemos ayudarles a desmitificar el juego explicándoles que los resultados de las apuestas dependen del azar y que saber mucho de un deporte o ser muy bueno practicándolo no implica que se puedan ganar todas las apuestas.
Asimismo, debemos explicarles que los menores no pueden jugar y que no se deben utilizar los datos de otra persona para acceder. Es importante que tengan claro que el dinero que apuestan es real y que se gana con el esfuerzo de toda la familia; y darles pautas sobre cómo actuar si sienten presión por apostar por parte de su grupo de amigos.
Por último, es fundamental mantener una comunicación fluida sobre el tema e interesarnos por sus hobbies digitales.
Mejor prevenir que curar
Como todas las conductas, es más fácil trabajar en prevenirlas que solucionarlas. A tal efecto, BBVA y Fad Juventud han elaborado de forma conjunta un videotutorial donde facilitan consejos a padres y madres sobre cómo gestionar con sus hijos e hijas el juego online.
El objetivo es ayudar a padres y madres de familia a acompañar a sus hijos e hijas en su relación con la tecnología, los dispositivos y el acceso a internet.
En el videotutorial se abordan temas como cuándo dar el primer móvil; qué hacer si tu hijo/a dice que quiere ser influencer; cómo utilizar el control parental; o cómo gestionar grupos de WhatsApp de nuestros hijos e hijas, entre otros asuntos que se pueden consultar en la web de Educación Conectada.
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