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De tarde en tarde reaparecen noticias alarmantes, pero totalmente infundadas, alertando de que el flash de una cámara puede dejar ciego a un bebé si se hace la foto desde muy cerca. Fotografiar bebés con flash, ¿realmente es peligroso?
¿Qué pasa si le saco fotos con flash a mi bebé?
Hace unos años se hizo viral una noticia que hablaba de un bebé chino de 3 meses que se había quedado ciego después de hacerle una foto con flash a corta distancia. Pero a pesar de que la historia estaba muy poco fundamentada, la noticia corrió como la pólvora y pronto todo el mundo hablaba del asunto.
Pero realmente atribuirle al flash ser la causa de la ceguera del pequeño no tiene ningún fundamento, ya que la luz del flash no tiene la suficiente intensidad como para dañar de forma permanente la retina.
Lo más probable es que el bebé ya estuviera ciego y el problema se detectó al valorar la vista después del episodio. Durante la cirugía ocular los oftalmólogos utilizan luces mucho más potentes durante mucho más tiempo sin ningún problema.
Lo que sí puede resultar peligroso, tanto en menores como en adultos, es la luz de un láser dirigido directamente a los ojos durante cierto tiempo. Este tipo de luces, de mucha mayor intensidad, sí que puede dañar los ojos de forma permanente porque puede producir quemaduras en la retina.
Igualmente puede resultar peligroso si se mira fijamente al sol, aunque es muy difícil que esto suceda de forma casual porque la intensidad de la luz solar prácticamente nos obliga a cerrar los ojos. Una circunstancia que podría propiciar un cierto riesgo en este sentido es cuando se produce un eclipse de sol y pretendemos verlo sin la protección adecuada durante un tiempo prolongado.
Fuentes de luz brillante y de aparición brusca en forma de destellos pueden producir deslumbramiento, provocando una ceguera temporal que normalmente desaparece en pocos minutos.
Este efecto sí se puede producir con el flash de una cámara, pero la sensación de ceguera es transitoria. Este tiempo puede ser más prolongado, hasta 10 minutos, en ambientes oscuros porque al estar la pupila más dilatada en la oscuridad, la cantidad de luz que llega a la retina es mayor, pero en cualquier caso es siempre un efecto pasajero, sin riesgos a largo plazo.
Fotografiar bebés con flash: ¿Es peligroso sacar fotos con flash a los recién nacidos?
Volviendo al flash de la cámara de fotos, o de la cámara del móvil, no solo no es peligroso sino que además puede ser de utilidad para detectar algunos problemas de la vista. Cuando hacemos una foto con flash y la luz incide directamente sobre los ojos, lo normal es que veamos los ojos rojos.
Aunque este fenómeno, tan normal en otros tiempos, es cada vez más raro en la actualidad (dado que las cámaras modernas tienen sistemas para atenuar el efecto de los ojos rojos cada vez más efectivos), aún se puede ver ocasionalmente en las fotos tomadas con flash. Los ojos se ven rojos porque lo que está iluminando el flash es la retina, que es una superficie rica en vasos sanguíneos y lo que vemos rojo es en realidad la sangre circulando por el fondo del ojo.
Si el reflejo rojo es asimétrico o en lugar de rojo vemos un reflejo blanco, amarillento o negro, puede estar indicando un problema de la vista aunque lo más habitual es que se trate de una asimetría en la incidencia de la luz del flash sobre los ojos, detectando reflejo rojo en uno de los ojos porque está perfectamente alineado con la luz mientras que se produce un reflejo diferente en el otro ojo porque está ligeramente desviado respecto a la luz.
Si la luz incide de forma directa y el reflejo es realmente asimétrico, lo más probable es que se trate de un defecto de refracción como miopía, hipermetropía o astigmatismo, problemas muy habituales que se solucionan con gafas. También puede tratarse de un problema visual como el estrabismo, la desviación de un ojo hacia adentro o hacia afuera de forma persistente, condición que también se puede detectar fácilmente y que se corrige inicialmente con parches o con cirugía.
Retinoblastoma y fotos flash
El reflejo blanco o leucocoria cubriendo la mayor parte de la pupila puede indicar varios trastornos oculares graves como cataratas, desprendimiento de retina, infecciones del ojo o un tipo de cáncer infantil extremadamente raro y muy grave, el retinoblastoma, que cuando se detecta y se trata a tiempo es curable en el 95% de los casos.
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