El fracaso escolar en España tiene rostro masculino. El nuestro es el país europeo que lidera el fracaso escolar de los alumnos varones. Son las conclusiones alcanzadas por el estudio del Centro de Políticas Económicas…
¿Qué porcentaje de españoles tienen estudios universitarios? Casi la mitad de los jóvenes españoles tiene una titulación de educación superior, según el informe “Panorama de la Educación: Indicadores de la OCDE 2022” del Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional, sobre la base del informe Education at a Glance 2022 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La educación en cifras: Más universitarios, pero también más jóvenes solo con estudios elementales
España va aumentando progresivamente su nivel de estudios y hay cada vez más jóvenes universitarios, tal y como se desprende de este informe. En total, el 48,7% de los jóvenes de entre 25 y 34 años disponía en 2021 de un título de educación superior, lo que supone 8,4 puntos más que en 2011 y casi 15 puntos más que en 2000 (34%). Una cifra por encima de la media de la OCDE (46,9%).
Por temáticas, el 25% de los españoles que elige una titulación superior lo hace en el campo de las STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas).
Respecto al tiempo de finalización de estudios, en España el 71% del alumnado que inicia un grado se ha titulado en los 3 años posteriores a la duración del programa, una cifra que también está por encima de la media OCDE, que está en el 65%.
La expansión de la educación superior ha beneficiado en particular a las mujeres en todos los países de la OCDE. En el caso de España, el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios son mujeres, cifra también superior a la media de la OCDE (56,6%) y de la UE22 (57,7%).
Menos jóvenes con estudios básicos, pero aún casi el doble de la OCDE
A pesar de las buenas cifras respecto a la expansión de la educación superior, todavía un 27% de los jóvenes sólo completa los estudios elementales, casi el doble de la media de la OCDE.
En 2021, el porcentaje de jóvenes que solo tenía estudios básicos fue del 27,7%. Aunque esta cifra supone una mejora de casi 7 puntos respecto a 2011 (el 34,6 %), las cifras siguen lejos de la media OCDE (14,1%) y UE22 (11,8%).
El 23,6% restante tiene titulación de segunda etapa de educación secundaria, también por debajo de la media OCDE (39,4%) y UE (42,3%).
En este sentido, estudios anteriores indican que el fracaso escolar en España se ceba sobre todo con los chicos, son ellos quienes más abandonan los estudios.
Empresariales, administración y derecho: los estudios más cursados
Los estudios más comunes entre nuestra población adulta y los universitarios son los de ciencias empresariales, administraciones y derecho (28%), seguidos por ingeniería, producción industrial y construcción (15%) y salud y bienestar (13%).
En cuanto a la educación infantil, España destaca por la alta tasa de escolarización entre los menores de 3 años (41,1% en 2020), muy por encima de la media OCDE (26,8%) y UE22 (22%) y 7 puntos más que en 2015 (34%). Algo que no es de extrañar considerando las escasas y poco prácticas medidas de conciliación existentes en nuestro país. En segundo ciclo de infantil (cuando la educación se puede considerar universal), la tasa se sitúa por encima del 97%.
El 35,3% de las titulaciones de segunda etapa de secundaria en España se obtiene en Formación Profesional, por debajo de la media de países OCDE (37,3%) y de la UE22 (43,7%). En cuanto al alumnado que inicia una titulación superior, el 25% de los españoles lo hace en el campo de las STEM (Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas), muy próximo a los porcentajes de la OCDE (27%) y de la UE22 (28%).
El 60,5% de los jóvenes con estudios superiores en España son mujeres, aunque ellas se “alejan” de las carreras de ciencia y tecnología
De hecho, la expansión de la educación superior ha beneficiado en particular a las mujeres en todos los países de la OCDE. En el caso de España, el 60,5% de las personas jóvenes con estudios universitarios son mujeres, cifra también superior a la media de la OCDE (56,6%) y de la UE22 (57,7%).
La brecha de género en España es menor que la media internacional, aunque también existen diferencias de género, por ejemplo, en la elección de los estudios: el porcentaje de mujeres que inicia un grado, un máster o un doctorado en un campo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) es respectivamente del 33% (31% en la OCDE y en la UE22), el 39% (36% en la OCDE y 37% en la UE22) y el 41% (38% en la OCDE y la UE22).
La brecha de género existe también en el ámbito salarial: en España, las mujeres con nivel de estudios superiores ganan el 81% del salario de los hombres con el mismo nivel educativo. Eso sí, la brecha de género es aún mayor en la OCDE (el 77%) y en la UE22 (76%).
A mayor formación, mejor empleo y más sueldo
El informe también analiza la asociación entre nivel de estudios y trabajo. Las tasas de empleo de los jóvenes aumentan a medida que aumenta su nivel de formación: el 78% de los jóvenes con estudios terciarios tiene empleo en España, 20 puntos porcentuales por encima de aquellos que tienen como titulación máxima la ESO (sólo un 59% de estos últimos acceden a un empleo).
Los autores del estudio señalan, en concreto, que “en España, poseer una titulación de máster o doctorado supone una ventaja salarial media del 68% frente a los que tienen una titulación de segunda etapa de educación secundaria”.
En la OCDE y la UE22 las diferencias en las tasas de acceso al empleo son similares a las españolas (84% frente a un 58% de quienes tienen como titulación máxima la ESO en la OCDE y un 85% frente a un 56% en la UE22). Los titulados en educación superior en un campo STEM presentan las tasas de empleo más altas que en el resto de áreas de conocimiento, en particular en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación, donde la tasa de empleo es del 88% en España, del 90% en la OCDE y del 91% en la UE22.
Además, a mayor nivel formativo, mayor retribución económica: la población española con estudios superiores gana un 41% más que los titulados de segunda etapa de secundaria (y estos, a su vez, ganan un 19% más que los que solo han completado la educación básica). La brecha de género existe también en este ámbito: en España, de manera generalizada, las mujeres con nivel de estudios superiores ganan el 81% del salario de los hombres con el mismo nivel educativo (y en todos los niveles educativos). Aunque, eso sí, España es el país analizado con menor brecha: en la OCDE las mujeres ganan el 77% y en la UE22 del 76%. Otros estudios indican que la brecha de género en estudios de menor grado se ceba, sobre todo, con los alumnos masculinos.
Los autores apuntan a diversas causas o explicaciones para explicar la brecha de género salarial, como la elección de profesiones asociadas a sueldos inferiores o la penalización por maternidad:
“La brecha salarial entre hombres y mujeres se debe a varias razones. Una de ellas es la elección de campos de estudio que conducen a carreras profesionales que tienen asociados salarios diferentes. Los hombres se inclinan más por el estudio de carreras relacionadas con los campos de ciencias e ingenierías (STEM), mientras que una mayor proporción de mujeres se matricula en carreras relacionadas con la educación, humanidades, idiomas o arte, las cuales tienen asociados salarios inferiores. No obstante, incluso trabajando en los mismos campos profesionales, los salarios de las mujeres son inferiores (OECD, 2022a).
Otras investigaciones apuntan que, además de las convenciones sociales y estereotipos de género, la penalización por maternidad parece contribuir de manera importante a las diferencias salariales entre hombres y mujeres en muchos países de la OCDE. De media, la brecha salarial de género es más estrecha para los trabajadores más jóvenes (25 a 34 años) que para sus homólogos mayores, independientemente del nivel educativo (Tabla A4.3, Education at a Glance 2022 y OCDE database). Muchos países han introducido una combinación de políticas para cerrar esta brecha, como leyes de transparencia salarial o permisos de paternidad y maternidad no transferibles, entre otras (Ciminelli, Schwellnus, & Stadler, 2021). En los últimos años, las diferencias salariales de hombres y mujeres han tendido a reducirse en los países de la OCDE (OCDE, 2022a; MEFP, 2021).”
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