Día Internacional contra la Esclavitud Infantil

Artículo publicado el 16 Abr 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 16 abril, 2024

Cada 16 de abril se celebra en el mundo el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. Se calcula que 168 millones de niños se ven obligados a trabajar para mantenerse o mantener a sus familias. La cifra duplica la población total de menos de 15 años de la Unión Europea (79,1 millones).

Iqbal Masih, el niño símbolo de la esclavitud infantil

La web de Unicef recoge brevemente la historia del niño Iqbl Masih. El 16 de abril de 1996 fue asesinado por las mafias del negocio de las alfombras de Pakistán. Tenía 12 años.

La mayor parte de su vida había sido esclavo en fábricas, pero a los 10 años se unió a un grupo de activistas contra la explotación infantil. Su labor permitió el cierre de varias factorías explotadoras de niños. Es decir, un niño de menos de 12 años logró mejorar las condiciones de vida de muchos niños y niñas como él.

 

 

Sin embargo, su valentía supuso su sentencia de muerte. Y por eso, cada 16 de abril se celebra el Día contra la Esclavitud Infantil.

El equipo de Criar con Sentido Común, al que podéis contactar a través de la Tribu CSC, quiere conmemorar también hoy que esta realidad sigue existiendo a día de hoy, en pleno siglo XXI.

¿Por qué se celebra el Día Internacional contra la esclavitud infantil?

El Día Internacional contra la esclavitud infantil se celebra porque como sociedad no deberíamos permitir semejante ataque a los derechos de los niños y niñas. Un niño que tiene que trabajar forzosamente no puede disfrutar de la infancia que se merece. No puede jugar, no puede aprender, no es libre para desarrollarse como debe.

En 2017 Save The Children publicó un informe demoledor titulado “Infancias robadas”. Ahí se recogen datos de países como Nepal, donde el 37% de los niños de entre 5 y 17 años trabajan, sobre todo en la industria y en el comercio sexual. En Haití es el 22% en el área metropolitana de Puerto Príncipe, pero se eleva al 61% en las zonas rurales.

 

 

Las tasas más altas de trabajo infantil se sitúan en la África subsahariana. En Camerún el 47% de los niños y niñas trabajan, en Somalia el 49% y en Guinea Bissau y Benín la mitad de los niños son explotados laboralmente.

¿Qué tipo de trabajos realizan los niños?

Los sectores donde más se utilizan a los niños para la explotación laboral son el servicio doméstico, el trabajo en fábricas textiles, el servicio militar (niños soldados), la recogida de algodón, rebuscar en la basura, la construcción y el trabajo en minas, entre otros.

Son esclavizados “en trabajos denigrantes y peligrosos para su salud y desarrollo”, según Unicef. Por su parte, Save The Children también ha puesto el acento en otras ocasiones en una forma de esclavitud infantil que afecta principalmente a la niñas: el servicio doméstico.

 

 

En 2008 esta ONG hablaba de 10 millones de niños que eran invisibles a los ojos de la sociedad porque trabajaban ocultos en casas, forzados a trabajar y “ocultos” al mundo. Estos niños no están escolarizados y trabajan hasta 18 horas en las casas, “con la exposición constante al maltrato psicológico, los abusos y las palizas”.

Estos niños proceden de familias pobres que ceden a sus hijos por deudas o por falta de medios. Sus empleadores suelen vivir en grandes ciudades y pertenecer a la clase media y alta. Sorprendentemente, también se han detectado casos en Francia y Reino Unido donde muchas niñas africanas son obligadas a trabajar como esclavas domésticas.

La explotación sexual: Otro tipo de esclavitud infantil

Según Unicef, la trata de seres humanos es la esclavitud del siglo XXI. Naciones Unidas calcula que 1 de cada 3 víctimas es un niño/a. Y no es algo que escape a España, donde se puede encontrar adolescentes prostituidas, niños y niñas que se usan para mendigar o bebés que sirven a sus familias como modo de extorsión.

 

 

En el informe Son niños y niñas, son víctimas. Situación de los menores víctimas de trata en España, elaborado junto al Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (Universidad Pontificia Comillas), Unicef llama la atención sobre este problema que en muchas ocasiones pasa desapercibido:

“Las niñas explotadas sexualmente son obligadas a hacerse pasar por adultas, así se burlarán todos los controles. Los hijos e hijas de víctimas no son considerados como víctimas directas; desaparecen junto a sus madres y quedan, como ellas, en manos de los tratantes“.

Es decir, que la explotación infantil en este caso no afecta solo a niñas y a adolescentes, también a bebés y a niños pequeños que acompañan a sus madres y que son “víctimas directas” también.

¿Qué hacer contra esta lacra?

Desde luego, la esclavitud infantil no es una lacra fácil de eliminar. Hay empresas y mafias interesadas en que todo siga así. La guerra de Ucrania está mostrando hasta qué punto la mafia es un negocio insensible al dolor. Y se vale de engaños y cualquier resorte para captar nuevas víctimas.

 

 

Para Unicef hay cuatro vías para acabar con la esclavitud infantil:

• Reducción drástica de la pobreza.
• Acceso a una educación de calidad de manera universal.
• Empleo de calidad para las personas adultas, responsables de niños y niñas.
• Acabar con las normas sociales que legitiman el trabajo infantil.

Así que lo primero que hay que reconocer es que este grave problema existe y evitar que sean víctimas invisibles. No hay que mirar a otro lado, aunque sea una realidad incómoda. Y sobre todo hay que ser consciente que todo niño o niña, TODOS, se merecen una infancia feliz, saludable y alejada de la violencia y la explotación.

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