Alimentación y emociones

Según la Organización Mundial de la Salud, SALUD es un estado de completo bienestar físico, mental y social. El bienestar mental o emocional está relacionado en muchas ocasiones con la alimentación, tanto en un sentido como a la inversa. Hay emociones que nos llevan a comer de una forma determinada, o a escoger alimentos determinados, y a su vez hay alimentos que van a influir sobre nuestras emociones. Esta relación es bien conocida desde hace tiempo, es más, es el recurso principal que las empresas de marketing de productos alimentarios utilizan para favorecer su consumo. Por ello, para que nuestros hijos gocen de SALUD, deben, no solo aprender a comer sano, sino también a tener una buena relación con la comida. Los premios, los castigos, las restricciones y prohibiciones, los chantajes, la exclusión… son muchas de las variables que afectarán al bienestar emocional de nuestros hijos, también cuando estas emociones (ya sean positivas o negativas) están relacionadas con la comida. Desde la lactancia comenzamos a establecer vínculos entre alimentación y emoción, cuando el pecho de mamá no solo alimenta, sino que también calma y reconforta. En este seminario aprenderás a saber cómo hacer que tus hijos tengan una relación sana con la comida y cómo hacer para enseñarles a controlar el hambre emocional, un hambre que es natural tener, pero que si se descontrola puede favorecer trastornos de la conducta alimentaria y mermar la salud física y o mental de nuestros pequeños.