Es muy habitual que a la hora de hablar de niños y niñas se dé por sentado que tienen un padre y una madre, por ser el tipo de familia más tradicional. De un tiempo…
Madres solteras por decisión propia
En una entrevista concedida al diario El País, Silvia Castillo aseguraba que quería ser madre desde que tenía 25 años. Sin embargo, no acababa de tener suerte con sus parejas y no querían comprometerse ni formar una familia. Por ello, con 38 años decidió intentar ser madre en solitario. Aunque recibió apoyo desde el primer momento por parte de su familia y amigos, reconoce que le dijeron que era una valiente por lanzarse a esta aventura sola.
Ana Galindo tiene una bebé de 13 meses y ella ha cumplido 43 años. Tenía óvulos congelados desde los 39 años. Aceptó congelarlos porque se daba cuenta de que se iba apagando la posibilidad de ser madre. Al no tener pareja con la que formar una familia y tener el deseo de convertirse en madre, decidió serlo sola. Acudió a la misma clínica en la que tenía los óvulos congelados.
Son dos casos de madres solteras, que lo han decidido por sí mismas.
Cómo es el proceso
Castillo se planteó, en un primer momento, la adopción. Pero en nuestro país es un proceso lento que puede llegar a demorarse nueve años. Además, en las listas siempre priorizan a las parejas por encima de las madres o los padres solteros. Por ello, Silvia optó por intentar ser madre de forma natural.
La primera de las opciones fue la inseminación artificial, ya que es un sistema más económico. Pero cada intento ya son más de 1.300 euros. Las inseminaciones fallaron y finalmente, se quedó embarazada por in vitro. Entre 10.000 y 15.000 euros se ha gastado, por lo que se puede afirmar que ser madre soltera no es nada barato.
A pesar de que sí hay unidad de reproducción asistida en la sanidad pública, Castillo asegura que los trámites y los procesos son lentos. Y cuando se trata de ser madre con 38 años, el tiempo es oro, y cada minuto contaba para ella. De ahí que acudiera a la privada desde el primer momento.
Galindo, por su parte, además de acudir a la clínica donde estaban sus óvulos congelados, decidió hacerse un estudio genético de sus óvulos para descartar trisomías y para escoger el de mejor calidad. Algo que subió también el gasto final.
Donantes anónimos
En España no se conoce al donante. Silvia confiesa que esto es algo que le generó cierta incertidumbre. En otros países el donante se conoce e, incluso, puede hasta escogerse. Sin embargo, en nuestro país este tema genera bastante polémica y hay diferentes bandos que defienden su postura.
Por un lado, la Ley de Reproducción Asistida de 1988 establece que los donantes de esperma y óvulos han de ser anónimos, pero en 2020, el Comité de Bioética español sugirió que esto dejara de ser así. Por su parte, la Sociedad Española de Fertilidad se opone a terminar con el anonimato. Todo el tema trae controversia porque, por un lado se defiende el derecho de los menores a conocer su origen, pero por otro, el derecho del donante a mantener su anonimato.
También entra en juego el negocio que se hace en las propias clínicas, que al ser donantes anónimos tienen más libertad para llevar a cabo sus propios procesos. Sea como fuere, hoy por hoy, se sigue manteniendo el anonimato.
Mismas prestaciones que las familias biparentales
Pero lo que más reclaman estas familias es que se equiparen las ayudas a su situación. Galindo denuncia en la entrevista con El País que recibe “exactamente las mismas que cualquier madre trabajadora de una familia biparental”. Además, tiene que pedir la jornada reducida (y bajada de sueldo correspondiente) para poder llevar a su hija a la escuela “porque el horario no es flexible”.
Tenemos una natalidad irrisoria, y necesitamos que nazcan más bebés, pero no hay políticas que fomenten la natalidad. Castillo subraya que si la OMS recomienda la lactancia hasta los 6 meses, pero a los cuatro hay que volver a trabajar, es un sinsentido. Además, también solicita que las familias monoparentales puedan acumular el permiso de maternidad o paternidad como si tuviera dos progenitores. En este sentido, ya hay sentencias que respaldan su argumento.
Por su parte, Carmen Flores Rodríguez, presidenta de FAMS, insta al gobierno a poner en marcha medidas con el fin de que las familias monoparentales puedan acceder en condiciones de equidad y justicia social a las ayudas de vivienda pública, además de modificar “los criterios en el ingreso mínimo vital para considerar a estas familias como unidad de convivencia independiente, respecto del cómputo de sus ingresos y del complemento de monoparentalidad”.
Si este es tu caso, o estás pensando emprender el camino de la [p]maternidad en solitario, puedes consultar online a nuestra abogada laboralista y familiar Ana Pacheco a través de la la Tribu CSC para informarte de tus derechos y cómo ejercerlos, así cómo sobre las ayudas y trámites necesarios para solicitar las prestaciones.
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