10 Indicadores de que debes cambiar la silla del coche de tu bebé

Una de las preguntas que más se hacen las familias de la Tribu CSC es cuándo cambiar la silla del coche del bebé. Y es que los gastos que rodean el nacimiento de un peque son muy elevados en muchos casos, pero eso no quiere decir que todo lo que nos dicen que vamos a necesitar, sea cierto.

Cuándo cambiar la silla del coche de tu bebé

A cada segundo encuentras marcas, influencers, publicidad de todo tipo diciéndote las 10 cosas que necesitas SÍ O SÍ para cuando nazca tu bebé, o los imprescindibles en la bolsa del hospital. outlets, listas de nacimiento…. todo nos lleva a un consumismo desmesurado para que luego no vayas a utilizar ni la mitad de las cosas.

Luego estamos las personas afortunadas que todo lo heredamos. Es una suerte tener cerca familias que han tenido bebés antes y que para cuando va a nacer el nuestro, ya no van a necesitar el carrito, la mini cuna, un sinfín de cajas de ropa… Y, oh, qué suerte, la silla del coche.

 

 

Yo misma me vi rechazando una bañerita vieja, pero sintiéndome muy afortunada porque heredaba dos huevitos de los sobrinos. Uno tenía 13 años y el otro cinco. ¿Crees que me paré a pensar en eso? Qué va. Si lo habían usado ellos, ¿quién era yo para cuestionar nada? Si ya habían pasado por lo que yo ni siquiera podía imaginar que era tener hijos, sabían más que yo, seguro.

Ojalá leas esto antes de utilizar sillas de coche heredadas, de verdad que lo deseo. Porque de ello dependerá la suerte de tu bebé en el hipotético caso de que tengáis un accidente. Antes de nada, voy a ponerte un ejemplo. ¿Has visto alguna vez un juguete de plástico viejo? ¿Visualizas ese plástico? Está como decolorado, se raja muy fácilmente, como en astillas.

Pues eso exactamente es lo que les pasa a este tipo de materiales conforme van pasando los años. Se “caducan”. Pero no como los yogures, sino que dependiendo de si les ha dado mucho el sol, del uso que le hayas dado, si han soportado algún impacto… Su calidad empeora y no sirven para nada. Para el punto limpio básicamente.

 

 

Cada vez soy más contraria al consumismo exagerado que rodea el mundo de la ma/paternidad. Todo tipo de utensilios que garantizan la seguridad de tu bebé o su entretenimiento, pero que luego quizás no vayas a utilizar jamás. Lo que sí vas a usar es la silla del coche y precisamente es el artículo más importante porque de todo lo que usará tu bebé, es el único que protegerá su vida frente a un descuido o un accidente en la carretera. ¿Tienes la opción de utilizar una que ya está usada? Vamos a ver si es factible hacerlo.

¿Cuándo hay que cambiar la silla del coche del bebé?

Hoy quiero darte unas claves para identificar si la silla del coche que te han pasado es válida o no para usarla con tu bebé:

1. Calcula los años de antigüedad

Si el fabricante no dice los años de uso máximos, normalmente son cinco. Las primeras marcas suelen tener entre 8 y 10 años pero de ahí vas restando el uso, inclemencias del tiempo, etc. Quizás hayas oído hablar de un relojito que tienen grabado en el plástico de la estructura del sistema de retención infantil. Ese relojito indica el año y mes de fabricación. Si se superan esos años, descarta inmediatamente la silla. No sirve para proteger la vida de tu bebé.

 

 

2. Comprueba el estado de sus materiales

Si al desenfundar la silla de coche te encuentras con que apenas tiene poliestireno expandido (corcho blanco de toda la vida, pero de alta densidad) desde mi punto de vista es un motivo para descartarla. Precisamente este material hace que la absorción del impacto sea mayor por la silla y repercuta menos en el bebé (además de otros elementos, claro).

3. Prueba el tensor del arnés

Si no va bien, si se atasca, si la cincha está raída, etc. tendrás que cambiarlo si el resto del SRI está en buenas condiciones.

4. Comprueba que las pinzas del isofix no se atascan

5. Observa si la normativa está vigente

No sería la primera vez que nos encontramos una silla tan antigua como Matusalén pero que intentamos aprovechar al grito de: “pues en nuestros tiempos íbamos de cualquier manera y nunca nos pasó nada”. Genial, enhorabuena. Un sugus pa ti. Las normativas vigentes en la actualidad y que se siguen fabricando son la R44/04 y la R129. La R44/03 ya no se puede seguir fabricando pero sí usándose, como el cuatro latas de tu abuelo, pero por supuesto no te recomiendo hacerlo, es literalmente un trozo de plástico.

 

 

6. Vigila que tenga todos los elementos de seguridad

Si no tiene todos los elementos de seguridad tampoco te recomiendo usarla, me da igual que sea seminueva. Habiendo posibilidad de usar algo seguro, ¿qué sentido tiene no hacerlo? Una silla para considerarse completa debe tener un sistema de anclaje (isofix o cinturón), una pata de apoyo y un arco antivuelco.

7. Que sea a contramarcha siempre

Si tu silla es desde nacimiento, jamás debería poderse utilizar a favor de la marcha. Y aunque por instrucciones lo permita, no te recomiendo hacerlo.

8. Que haya cogido holguras

Esto suele ser más probable en sillas giratorias. Con esto no quiero decir que sean inseguras, sino que tienen más componentes mecánicos que pueden verse perjudicados por el uso, las vibraciones del vehículo, etc. Y que hay que tenerlo en cuenta.

 

 

9. Que tu peque no se encuentre en los límites de uso de la silla según el fabricante

Evidentemente, si se le ha quedado pequeña o si todavía le va grande, no deberías usarla. “Bueno, pero que es una sola vez de casa al pueblo, es que es la silla del sobrino y bla bla bla”. Que no. Que si el destino decide que justamente esa vez es la que vais a tener un accidente, pesará toda la vida sobre tus hombros. No, no y no.

10. Que haya sufrido un accidente

Imagina que la silla tiene dos años, aparentemente está perfecta, casi sin desperfectos, la tapicería nada gastada… pero ha sufrido un impacto en el que han saltado los airbags. ¿Utilizarías unos airbags que ya han saltado? ¿Unos cinturones que ya han soportado un impacto? No. Básicamente porque los cambian de forma obligatoria.

Pues con la silla exactamente lo mismo. De hecho, cuando vas a comprar un coche de segunda mano una de las cosas que se preguntan es si el vehículo ha sufrido algún accidente… Puntos extra para comprarlo si no ha sido así. A la silla le aplicamos la misma norma.

 

 

Si me permites un consejo, haz una lista de las cosas que crees que te van a hacer falta cuando tengas a tu bebé. Pero objetivamente. La lista de los caprichos la dejamos para después. Luego observa el tiempo real de uso de cada cosa y lo que te cuesta.

Verás que en lo que menos sentido tiene escatimar es en la silla del coche, además de que no es ni de lejos lo más caro. De hecho, con el regalo de la cuadrilla se cubre. Pide el dinero, acude a un centro especializado y cuando tengas esto ya planeado, a por todo lo demás.

 

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