¿Cuál es la silla de coche más segura para mi hijo?

Una de las preguntas que más veces contesta San Google es: ¿Cuál es la silla de coche más segura para mi hijo? Veréis que, rápidamente, os devuelve un montón de resultados que prometen ser los más fiables. Y entonces es cuando la familia dice: ¿Y a quién le hago caso yo?

¿Cuál es la silla de coche más segura para mi hijo?

Todos queremos que nuestros hijos viajen lo más seguros posible. Entonces recurrimos a “los test”. Los famosos test que comparan sillas a contramarcha, a favor de la marcha y muchas otras cosas más.

Pues os voy a decir una cosa. Yo no voy a comparar sillas, no os voy a dar un resultado con nombre y apellidos, pero sí os voy a decir en una sola frase sobre cuál es la silla más segura para vuestros hijos: “AQUELLA SILLA (SISTEMA DE RETENCIÓN) QUE VIAJE ORIENTADA EN EL SENTIDO CONTRARIO A LA MARCHA”. Ni más ni menos.

 

 

No es una moda pasajera. Los que me conocéis desde hace tiempo, sabéis que este tema es el que más me preocupa y en el que más horas he invertido buscando estudios, información y pruebas contrastadas.

¿Cómo viajan en el coche los niños españoles?

En Suecia los padres no están obligados a llevar a sus hijos a contramarcha. Sin embargo, hay una conciencia social que les acompaña desde los años 60, y todos saben que es la manera más segura de llevar a sus hijos.

¿Os gustaría que en España acabará pasando lo mismo que en Suecia? Allí no dudan, porque el mensaje es el mismo siempre. Saben que llevar a sus hijos en esa posición es mucho más seguro. Sus índices de lesiones graves o de mortalidad infantil son los más bajos de todo el mundo. Eso convence ¿no?

 

 

¿Y por qué en España no hacemos lo mismo? Esta es una pregunta que me hacéis muchas veces. La respuesta es fácil: porque no hay un discurso unificado. Las preguntas más comunes suelen ser:

¿Por qué si las sillas a favor de la marcha presentan dudas de seguridad están homologadas?

La repuesta a esta pregunta es que vivimos bajo unas leyes de homologación muy laxas. Para homologar un sistema de retención en España el único requisito que debe cumplir es que el niño esté totalmente retenido en el dispositivo, es decir: que no salga despedido en caso de impacto. Así que, una vez más no estamos hablando de medidas de seguridad.

 

 

¿Por qué, si el “Plus test” es tan fiable, no creamos uno igual en España?

Para los que no lo conozcáis, el Plus test es un test voluntario que se creó en Suecia al entrar la normativa europea. Son pruebas realizadas por el VTI– Swedish National Road and Transport Safety, el Instituto de Investigación del Transporte y el NTF – National Society of Road Safety. En un momento dado, Suecia vio peligrar todo el trabajo de concienciación que había hecho y decidieron crear unas pruebas voluntarias mucho más exigentes.

Estas pruebas obligan a los fabricantes a diseñar sillas que respeten las zonas más vulnerable del niño: principalmente el cuello. Se centran en comprobar los esfuerzos que debe soportar el cuello de un bebé en el impacto más frecuente (el frontal). Por eso las únicas sillas que pasan el Plus test son sillas que se instalan a contramarcha. Así que si encontráis en las tiendas una silla con este sello es porque es un sistema de retención seguro.

 

 

¿Por qué en España no tenemos este tipo de test? Esta es una pregunta que no puedo responder, pero algún día lo conseguiremos. Hoy por hoy seguimos leyendo tests del RACE en el que ganan sillas con serias dudas de seguridad, que crean mucha confusión.

¿Por qué la DGT o el RACE no impiden que se vendan ese tipo de sillas?

¡Ay! ¡Amigos! Este tema nos trae de cabeza a muchos. Pues esta pregunta se la pude hacer en directo, hace un año, a los representantes de la DGT. Me comentaron que en su web y sus recomendaciones siempre podremos leer que a contramarcha es más seguro. En parte es cierto, pero no es suficiente.

 

 

Todos sabemos que es un tema muy serio y que necesita mayor difusión. Grupos de Facebook como A contramarcha salva vidas o Que los niños viajen a contramarcha (por favor) y familias como la de “Gabriel el Vikingo”, llevan muchísimos años intentando que algo cambie ¡y lo van consiguiendo! Pero todavía falta camino que recorrer.

Algunas marcas de sillas, las bloggers de maternidad y las personas que estáis ahí y cada día compartís algo sobre a contramarcha también hacéis que el mensaje llegue, pero no me digáis que no os habéis encontrado con la pregunta:

¿Y por qué se siguen vendiendo sillas que no son del todo seguras si la información que me das es correcta?

Seguro que os miran con cara de incredulidad y os dicen que eso no es más que una moda. A mí me ha pasado. Evidentemente la DGT no puede cambiar la ley, no está en su mano impedir nada. Por eso, sería genial que si la DGT sabe a ciencia cierta que viajar a contramarcha es mejor, deberían crear una campaña dirigida al ministerio para que cambien la ley, para que dejen de existir tests que no tienen ni pies ni cabeza.

 

 

No me digáis que no llegaría mucho más lejos. Desde mi punto de vista, lo que le hace falta a este movimiento es unificar mensajes con los peces gordos. A raíz de esto sí os puedo contestar a la pregunta:

¿Por qué sigo viendo más sillas a favor de la marcha que en contra?

Porque el mensaje no está unificado y los padres se hacen un lío. ¡Lógico! ¿Qué os pasaría a vosotros si en un test del RACE veis que la mejor silla es una con escudo, que hay sillas a contramarcha que suspenden, que buscáis información en la DGT y lo primero que os sale es este PDF (decidme si veis que hacen hincapié en a contramarcha) y que encontráis páginas y grupos no oficiales que os hablan de a contramarcha?

Y si encima vas a la tienda y la persona que te atiende no tienen demasiada idea sobre sillas de seguridad… Responded sinceramente: ¿qué os pasaría? Que os acabaríais haciendo un lío y no sabríais a quién hacer caso. ¡Por eso no todos los niños españoles viajan a contramarcha!

 

 

No disponemos de un mensaje único y al final los padres tenemos que convertirnos en ingenieros como podéis leer en el post de ‘Retensión infantil’. No me quiero extender mucho más. Creo que el mensaje está claro: la seguridad viaja de espaldas.

¿Por qué mi hijo viajará más seguro a contramarcha?

Estadísticamente, sabemos que la manera más segura de viajar para nuestros hijos es a contramarcha. Y lo es desde que son recién nacidos hasta que su edad y constitución física se lo permita. Cuanto más tiempo, mejor.

Los niños necesitan un sistema de retención infantil (SRI) adecuado a sus características. No son adultos en miniatura y presentan diferencias fisiológicas que nos hacen plantearnos la necesidad que sus dispositivos de retención estén específicamente diseñados para ellos que protejan sus zonas más débiles:

• El cuello. Hasta los 3 años, la cabeza de un niño representa entre el 20 y el 25% de su peso corporal total, mientras que en el adulto es el 6%. Esto hace que en caso de impacto frontal, su cabeza salga despedida hacía delante provocando serios daños (incluso irreversibles) en su cuello.
• El sistema esquelético. Los huesos de los bebés y niños pequeños están aún en formación y tienen un gran componente cartilaginoso.

 

 

• Las vértebras cervicales. Sus vértebras están unidas por cartílago que, hasta los 3/6 años no se convierte en anillo vertebral completo de hueso, aunque el proceso no se completa hasta la pubertad. Esto hace que la protección de la médula espinal y la vascularización que pasa por dentro del canal medular sea poco eficaz en caso de fuerte tracción.
• El cerebro. Está “suspendido” dentro del cráneo y rodeado de las meninges, que también están en pleno desarrollo, por lo que lo protegen con menor eficacia que en el caso de un adulto.
• Las vías aéreas son más pequeñas y blandas. Haciendo que sea más fácil que se colapsen.

Por todos estos motivos, es fundamental que nuestros hijos viajen a contramarcha, ya que es mucho más seguro para ellos que hacerlo en el sentido de la marcha. Y en vuestro caso, ¿cómo viajan vuestros pequeños?