Consumir zumos y bebidas azucaradas durante el embarazo y la lactancia perjudica el desarrollo cognitivo de los niños

Artículo publicado el 24 Nov 2020 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 22 febrero, 2023

Ya sabíamos que el consumo de bebidas azucaradas y zumos durante el embarazo afecta al crecimiento del bebé. También que los niños y niñas que las ingieren tienen peor desarrollo cognitivo y peor rendimiento escolar, pero ¿el consumo de bebidas con azúcar y zumos durante la lactancia afecta a la inteligencia del bebé?

El consumo de bebidas azucaradas durante el embarazo y la primera infancia

La ingesta de bebidas azucaradas y zumos, aunque sean naturales, se asocia a múltiples riesgos para la salud infantil como obesidad, diabetes o caries. Pero es que además su consumo puede alterar el desarrollo cognitivo de los peques.

 

 

El consumo de bebidas azucaradas al año de vida se relaciona con un peor desarrollo cognitivo y cuando se evalúan a los 10-12 años, niños y niñas puntúan peor en las pruebas de inteligencia y tienen un peor rendimiento en matemáticas y lengua, hablada y escrita. 

Esto mismo sucede cuando la embarazada toma este tipo de bebidas, también se relaciona con peor desarrollo cognitivo durante la infancia. Pero ¿qué pasa durante la lactancia? 

 

 

¿Sigue siendo perjudicial para el bebé que su mamá consuma bebidas azucaradas durante la lactancia?

Se sabe que cuando la madre toma bebidas azucaradas aumenta el contenido de fructosa en la leche materna y esto influye en el crecimiento del bebé, produciendo un aumento del peso. Pero no se había estudiado el efecto del consumo de estas bebidas sobre el desarrollo cognitivo del lactante.

Quizás esa fructosa que pasa a la leche también influye en la inteligencia del bebé, al igual que los niños que ingieren bebidas azucaradas tienen un peor rendimiento en las pruebas de inteligencia. Un reciente estudio encuentra que, efectivamente, el contenido de fructosa en la leche materna puede influir no solo en el crecimiento sino también en el neurodesarrollo del bebé.

 

 

El trabajo recoge los datos de 88 parejas madre e hijo y hace un seguimiento desde el embarazo hasta los dos años. Realizan una encuesta dietética al primer y sexto mes después del nacimiento, registran el número de tomas de lactancia materna y analizan, mediante una escala estandarizada, el desarrollo del bebé a los dos años de edad.

Cuando se analizó el desarrollo cognitivo se vio que los niños cuya madre tomaban más fructosa (a partir de bebidas azucaradas o zumos) al mes de vida tenían un desarrollo cognitivo peor a los 24 meses de edad. Esta diferencia no se encontró cuando se estudió el consumo a los seis meses de vida. ¿Por qué puede estar sucediendo esto?

El consumo de bebidas azucaradas y zumos aumenta el riesgo de alteraciones de la salud

Se sabe que el consumo de bebidas azucaradas y zumos aumenta el riesgo de alteraciones de la salud como obesidad o diabetes, y altera la autorregulación de la ingesta de alimentos, es decir, no nos damos cuenta de la sensación de saciedad o no somos capaces de dejar de comer cuando estamos saciados.

 

 

Esto puede deberse a varios factores. Los zumos y bebidas azucaradas no aportan sensación de saciedad y se consumen en exceso, por lo que desplazan alimentos más nutritivos y otras bebidas que son beneficiosas. Además contienen jarabes de fructosa que tienen un peor comportamiento metabólico en el organismo.

Las madres que toman bebidas azucaradas con alto contenido en fructosa tienen más fructosa en la leche materna y este aumento de la fructosa en la leche se correlaciona con un aumento excesivo del crecimiento de estos bebés.  

Especial vulnerabilidad durante los primeros meses de la lactancia

Ya se sabía que el consumo de bebidas azucaradas durante el embarazo se relaciona con peores resultados en los tests de inteligencia en los niños. Esto sugiere que la exposición intrauterina a bebidas azucaradas y fructosa puede alterar el desarrollo cognitivo. Pero no había estudios durante la lactancia cuando la fructosa se transmite a través de la leche materna.

 

 

El hecho de que la ingesta de bebidas azucaradas y zumos durante el primer mes de vida se asocie a un peor desarrollo cognitivo, mientras que esto no sucede cuando se analiza el consumo a los seis meses, sugiere que existe un periodo de especial vulnerabilidad durante los primeros meses de la lactancia.

¿Por qué el efecto del azúcar sobre la inteligencia se asocia al consumo de bebidas azucaradas al mes de vida pero no a los seis meses? Podría deberse a que el bebé hace muchas más tomas de leche materna al mes de vida que las que hace a los seis meses, con lo cual estaría consumiendo más cantidad de fructosa.

La fructosa en la leche aumenta durante las tres horas posteriores a su consumo y se mantiene elevada durante cinco horas, así que si el bebé más mayorcito hace menos tomas o las hace con menos frecuencia, estas tomas pueden coincidir con periodos en que haya menos fructosa en esa leche con lo cual estaría menos expuesto a ella.

¿Y cómo sabemos si el efecto sobre la inteligencia se debe al consumo de bebidas azucaradas durante el embarazo o durante la lactancia? 

Es lógico pensar que aquellas madres que han consumido bebidas azucaradas y zumo durante el embarazo también lo harán durante la lactancia, y no es posible distinguir el efecto entre un momento y otro, por lo cual sería necesario hacer estudios específicos donde se hiciera una intervención en estos aspectos.

 

 

De este modo se podría separar el efecto del consumo de este tipo de bebidas durante el embarazo y luego, posteriormente, durante la lactancia; para poder dar un consejo más adecuado a las madres.

De momento podemos decir que el consumo de bebidas azucaradas y zumos durante el embarazo y los primeros meses de la lactancia pueden afectar a la inteligencia del bebé. 

¿Pero qué pasa con la fruta? La fruta también tiene fructosa

Como la fructosa también se encuentra en la fruta, este estudio, además de registrar el consumo de bebidas azucaradas, analizó también el consumo de fruta para ver su impacto sobre el desarrollo cognitivo del bebé. El azúcar natural de la fruta es la fructosa, pero no está presente como azúcar libre sino incorporado dentro de la estructura del alimento completo, con su fibra, de modo que no produce el mismo efecto que la fructosa libre.

 

 

Al exprimir la fruta se libera el azúcar y pierde la fibra, con lo que metabólicamente produce el mismo efecto que los azúcares libres de los refrescos y otras bebidas azucaradas. Sorprendentemente (o no), el consumo de fruta (no de su zumo) no produce alteraciones en el desarrollo cognitivo de los niños, ni durante el embarazo ni durante la lactancia y, por supuesto, tampoco durante los primeros meses de vida. 

Si estás embarazada o estás lactando a tu bebé, elige la fruta entera y procura evitar las bebidas azucaradas y los zumos. Estarás haciéndole un favor a tu salud, pero también a la de tu bebé, que crecerá más sano y más inteligente. Si tienes alguna duda, el equipo de especialistas de Criar con Sentido Común te esperamos en la Tribu.

 

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