¿Por qué modificamos nuestra voz cuando hablamos con los bebés?

Seguramente hayas escuchado, o incluso te haya pasado a ti, que cuando alguien se dirige a un bebé, cambia la voz, el tono y la manera de hablar. Si estás hablando de cualquier tema con un adulto y, de repente, miras al carrito y hay un bebé, ¿cómo le hablas? ¿Cambias el tono de voz y la forma de expresarte? No te preocupes, es normal. Se llama habla infantil. 

Habla infantil: Hablar diferente a los bebés es universal

¿Cómo se llama la forma de hablarle a los bebés? Según se demuestra en este estudio publicado por Nature Human, lo que se denomina “habla infantil” es común en todas las culturas y en cualquier idioma. 

Cuando nos dirigimos a un bebé, tanto hablando como cantando para provocar que sonría o haga algún gesto, cambiamos la forma de hablar. Utilizamos un ritmo más lento, un tono más dulce y calmado y hasta más cantarín. Esto, que se conoce como habla infantil produce un efecto tranquilizador en los niños y, según el estudio, los rasgos de comunicación son muy parecidos entre todas las culturas del mundo. 

Para realizar este análisis se han utilizado 1.615 grabaciones de habla y canciones dirigidas a bebés y adultos emitidas por 410 personas diferentes y pertenecientes a 21 sociedades heterogéneas. Entre ellas, algunas urbanas, otras rurales, etc.

 

 

De este modo, los investigadores pudieron corroborar las diferencias de vocalización y tono de comunicación entre las frases entre personas adultas y las que se dirigían a los bebés. El resultado determinó que las características acústicas eran realmente diferentes. En el caso de los bebés, el timbre utilizado era más suave y puro, además de que el habla infantil registraba un tono mayor que el de las personas adultas. 

En una segunda fase de la investigación, el análisis de las grabaciones ascendió a 51.065. Las personas que participaron pertenecían a 187 países distintos, y cada uno de ellos hablando en su idioma. 

A pesar de ello, se podía diferenciar perfectamente cuándo la persona adulta se dirigía a otra persona de su edad y cuándo a un bebé. Por tanto, el estudio concluyó que “alteramos la voz hacia los bebés de una forma que es consistente en todas las culturas y ampliamente reconocible y que, además, podría tener una función común”, tal y como explican los autores del análisis. 

De estos hallazgos, se deduce que podría ser un principio de hipótesis sobre las funciones psicológicas y la evolución de la comunicación humana.

Los bebés agradecen ese cambio

¿Hacemos bien adaptando nuestra forma habitual de hablar a los más peques? ¿Cómo hablarle a un bebé? Pues resulta que esta manera involuntaria de dirigirnos a los bebés, además de ser universal entre culturas e idiomas diferentes, es positivo para los peques. Quizás por eso lo hacemos de forma instintiva. 

 

 

Ya hace años, un estudio realizado por investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia concluyó que el denominado “lenguaje infantilizado” consigue una mejor atención por parte de los bebés. En este análisis en concreto, se observó cómo las frases cuando nos dirigimos a los bebés son más cortas, repetimos algunas palabras, hablamos más lento y se pone énfasis en determinadas palabras o expresiones. 

Otro estudio realizado por científicos de la Universidad Stanford, evaluó la reacción de bebés estadounidenses de 5 meses ante mensajes de aprobación y desaprobación en alemán, italiano y japonés. Los investigadores notaron que los bebés no mostraron ningún interés ante los mensajes en japonés, el idioma en que se varía menos el tono de dirigirse a los niños.

Cambiar nuestra forma de hablar al dirigirnos a los bebés les ayuda a desarrollar su lenguaje

Todos estos cambios de comunicación que realizamos cuando nos dirigimos a los bebés son perfectos para estimular su desarrollo del lenguaje, según se comprobó en este estudio. Los bebés captan mejor la atención y son capaces de diferenciar emociones. 

 

 

Este lenguaje infantilizado favorece el progreso de habilidades del lenguaje de los bebés y niños como la distinción entre sonidos y la identificación de palabras: cuándo empiezan y cuándo terminan, además de mejorar la comprensión de frases. Este estudio puso de manifiesto que gracias a que los progenitores y cuidadores utilizan esta diferenciación de tono, ritmo y manera de hablar con los bebés, mejora su aprendizaje y estos peques aprenden a hablar antes y con mejor soltura. 

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. 

 

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