Cómo gestionar los conflictos con los abuelos y otros familiares por el tipo de regalos

Artículo publicado el 4 Dic 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 4 enero, 2024

Las fiestas navideñas traen consigo los regalos para los más peques. Y con ellos, puede que lleguen algunos que no acaban de adaptarse a nuestra forma de crianza. ¿Cómo gestionar los conflictos con los abuelos y otros familiares por el tipo de regalos que hacen a nuestros hijos e hijas? Lo analizamos en el post.

Los abuelos son una figura clave para nuestros hijos. La relación que se establece entre ellos es muy especial disfrutando del tiempo que pasan juntos. Pero, en ocasiones, pueden surgir conflictos por las diferentes formas de crianza. Y puede que la Navidad no ayude a rebajar la tensión. En la Tribu CSC, por ejemplo, somos firmes defensores de la crianza respetuosa, dando al niño y a la niña el papel que les corresponde, lejos de la visión adultocentrista tan frecuente en el pasado.

La llegada de las fiestas navideñas trae consigo los regalos para los más peques. Y, en muchas ocasiones, reciben más de los que a sus padres y madres les gustaría. Abuelos, tíos, primos… Si empezamos a sumar, es fácil que nuestros hijos e hijas reciban en un solo día una gran cantidad de obsequios difícil de gestionar.

 

 

No solo eso, también a veces sucede que les entregan a nuestros peques regalos con los que nosotros, sus progenitores, no estamos del todo de acuerdo. ¿Cómo podemos gestionar los conflictos con los abuelos (y otros familiares) por el tipo de regalos? Porque es habitual que, aunque prefiramos juguetes sencillos y desestructurados tipo Slow Toys con los que poder desarrollar la imaginación y el juego libre, la casa se llene de otros llenos de música y luces u otros que fomentan los estereotipos de género contra los que luchamos en casa con nuestros/as peques día a día.

La empatía

Trabajar la empatía y ponerse en el lugar de otras personas puede ayudarnos a entender su forma de pensar, sentir y actuar muchas veces. Los abuelos son, casi con toda seguridad, las personas que más quieren a nuestros hijos junto a sus p(m)adres. Por ello, nunca van a desear nada malo para ellos. Si le han regalado un juguete con ruido y luces, podemos pensar que les ha gustado y, sobre todo, que lo han hecho porque creen que al peque le va a encantar y va a disfrutar con él.

¿Unas zapatillas con luces y drop? Sabes que no es un calzado respetuoso para tu hijo, pero los abuelos muchas veces no entienden de esto. Las han visto, le han resultado llamativas y las han comprado. ¡Y seguro que a tu peque también le encantan! Así que aunque su forma de pensar no se adapte por completo a tu estilo de crianza, piensa que ellos lo hacen siempre con la mejor intención.

No se trata de ataques personales ni tienen intención de desafiarnos. Simplemente, se basan en su experiencia y en su propia historia porque, al fin y al cabo, “se ha hecho toda la vida así y no hemos salido tan mal”. (O sí).

Los límites, fundamentales para gestionar conflictos por el tipo de regalos

Pero trabajar la empatía con los abuelos y el resto de familiares para gestionar los conflictos por el tipo de regalos no significa que no podamos poner límites. Más allá de los familiares que actúen con mala intención a la hora de hacer regalos a nuestros peques (y con los que tendremos que marcar unos límites muy claros), también podemos marcar una línea roja sobre el tipo de regalos.

 

 

Es el caso de las armas de juguete o los juguetes que fomentan los estereotipos de género, por ejemplo. Si creemos que este tipo de regalos fomentan la violencia o el sexismo y no queremos que se lo regalen a nuestro/a peque, debemos ser muy claros. Lo mismo ocurre en el caso de los juguetes caros o el dinero en efectivo. Si no queremos que nuestros hijos reciban cosas así, debemos explicarlo para evitar conflictos por el tipo de regalos.

Especial atención requiere el caso de los animales. En ningún caso se deben regalar perros, gatos o cualquier otro animal. Los seres vivos no se regalan, se adoptan cuando la decisión ha sido reflexionada y hay un consenso previo entre todos los miembros de la familia. Los animales no son un regalo, son seres vivos con unas necesidades que estamos obligados a satisfacer.

Otra fuente de conflictos frecuente de la época navideña es la procedencia de los regalos. Papá Noel, el Niño Jesús, los Reyes Magos… ¿O ninguno de ellos? Cada familia es libre de elegir cómo vivirlo en casa y qué es mejor para sus hijos/as. Así que para gestionar los conflictos con los abuelos y otros familiares por el tipo de regalos o su procedencia, podemos pedir al resto de la familia que respete nuestra decisión.

 

 

Lo mismo ocurre con el típico comentario basado en el chantaje de “tienes que ser bueno porque Papá Noel y los Reyes Magos están mirando y si te portas mal, te traerán carbón”. Hay buenas razones para no decir a los niños que los Reyes Magos están mirando, pero la principal es que es mentira: el día de Reyes los peques tendrán sus regalos se hayan portado mal o bien y lo único que conseguirán con esos comentarios es perder credibilidad.

Sin embargo, es posible (y recomendable) que permitamos ciertas licencias, pero siempre porque lo creamos conveniente, no para evitar discutir o para no frustrarnos.

El diálogo y la negociación

La comunicación es fundamental en todos los aspectos de la vida. Y cuando hablamos de la crianza de los niños/as mucho más. Es habitual que surjan todo tipo de conflictos con otros familiares y es habitual escuchar que los padres y madres educamos, y los abuelos y tíos malcrían a base de conceder todo tipo de caprichos.

Y ahí es donde tendremos que sentarnos a hablar. No siempre será fácil explicar a los abuelos que las cosas cambian, que la ciencia y la investigación avanza y ahora sabemos cosas que antes no. Y de ahí todas las nuevas recomendaciones que difieren de lo que se hacía antes. Podemos agradecer sus aportaciones, pero explicarles con argumentos sólidos por qué ahora las cosas se hacen de manera diferente. ¡Al fin y al cabo, es probable que hayan pasado muchos años desde que criaron a sus hijos!

 

 

En cualquier caso, aunque no sean capaces de entender nuestras explicaciones, debemos pedirles amablemente que, simplemente, las respeten. Al fin y al cabo, son nuestros/as hijos/as. También tenemos que explicarles cómo nos sentimos al respecto cuando nos desautorizan. Y que contamos con su apoyo y su confianza en nosotros, a pesar de que somos conscientes de que cometeremos muchos errores en el largo camino de la crianza.

En el caso concreto de los regalos, lo mejor es hacer una lista de deseos y asignar un regalo concreto a cada familiar, para que no se repitan. Y en ella les pediremos aquellos objetos que consideramos adecuados para nuestros/as peques. Bien porque sepamos que los disfrutarán muchísimo (y para eso es fundamental conocer bien a nuestros/as hijos/as y observarles mientras juegan), bien porque los necesitan (una nueva mochila para el cole, un chándal nuevo de su personaje favorito…)

Finalmente, en los casos en los que no sea posible elegir el regalo que les harán a nuestros/as pequeños/as, para evitar desengaños, lo mejor es no tener grandes expectativas. Cada persona regala lo que cree conveniente y puede. Hay regalos de todo tipo y a todos los precios y no necesariamente los más caros son los mejores. Así que una buena manera de gestionar conflictos con la familia por el tipo de regalos a los niños es no tener ningún tipo de expectativa.

Ayudar con la lista para gestionar los conflictos por el tipo de regalos

Observar a nuestros peques es fundamental para conocer sus intereses y habilidades, lo que nos ayudará a elegir obsequios a los que de verdad le saquen partido. Así, si la relación con la familia es estrecha, podemos guiarles a la hora de escoger los regalos para nuestros niños y niñas.

 

 

Con delicadeza, para evitar que nadie se sienta ofendido, podemos hablar tranquilamente sobre qué necesita nuestro peque o con qué se pasa horas y horas jugando, mientras otros juguetes no salen del cajón. Si son un poco avispados, tomarán nota rápidamente.

Si la relación es muy estrecha y preguntan directamente qué quieren nuestros peques, no tenemos por qué evitar la respuesta. ¡Seguramente les haremos un favor al evitar dar vueltas y nosotros nos ahorraremos un disgusto por un regalo que no concuerde con los valores que queremos transmitir a nuestro hijo o hija! Es la mejor manera para evitar y gestionar los conflictos por el tipo de regalos

¿Y qué hacemos con la regla de los cuatro regalos?

La terapeuta ocupacional pediátrica de CSC, Jéssica Romero, explica en esta entrevista que “sobrerregalando solo conseguimos niños y niñas que no valoran lo que tienen ni valoran la frustración”. Por eso, ella es defensora de la regla de los 4 regalos: algo que se pueda poner, algo para leer, algo que desee de verdad y algo que necesite.

 

 

Es cierto que puede resultar difícil conseguir que nuestros hijos/as no reciban más de 5 o 6 regalos si tenemos una familia amplia. Por ello, podemos pedir que se limiten a un solo regalo, que elijan una fecha u otra (hay familias que regalan en Navidad y Reyes Magos) o incluso guardar algunos para entregarlos a lo largo del año.

Aunque pueda ser difícil de entender, debemos tratar de explicar al resto de la familia que si le damos a los niños/as todo lo que piden, no los haremos más felices y, de hecho, puede que aparezcan las rabietas con mucha más facilidad al no conseguir siempre todo lo que desean.