En un post anterior os hablábamos de la importancia de retrasar el primer baño del recién nacido para evitar deteriorar la vérnix caseosa o unto sebáceo que protege su piel de las agresiones externas al…
Artículo publicado el 17 Abr 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 7 enero, 2023
Algunos bebés nacen con una buena mata de pelo oscuro, otros con algunos pelillos dispersos, otros tan rubitos que parece que no tienen pelo, otros directamente pelones… Pero el pelo del bebé recién nacido nada tiene que ver con el que lucirá definitivamente, en unos años. El poco que tenga se le caerá, le saldrá pelo nuevo e incluso así no tendrá el mismo aspecto que tiempo después.
¿Cuándo empieza a crecer el pelo del bebé?
Ya durante el embarazo se empieza a formar el cabello, en torno a las 16 semanas de gestación. Será un pelo muy finito, que le cubrirá la cabeza primero y después el resto del cuerpo, sobre las 22 semanas. Como ya os explicamos en este post, a este vello se le llama laguno, y sirve para proteger la piel del feto dentro del líquido amniótico.
Casi al final del embarazo, este vello aterciopelado se cae de la cabeza, aunque seguirá estando en mayor o menor medida por el resto del cuerpo durante un tiempo, y el pelo del bebé inicia una nueva fase. La herencia genética será la que determine la cantidad de pelo con la que nacerá, así que no creas en el mito de que los ardores en el embarazo significan que vaya a tener más pelo. No tiene nada que ver.
Tras el nacimiento, probablemente el pelo esté sucio y grasiento. Es normal, igual que en el resto del cuerpo, lleva una sustancia blanquecina llamada vérnix caseosa que le protege tanto dentro como fuera del útero materno, el cuero cabelludo también la tiene. Y es probable que tenga restos de sangre, si ha pasado por el canal del parto. No hay ninguna prisa por lavarles, ni el cuerpo ni la cabeza. Pronto el pelo se secará y podrás darle con un cepillito suave si quieres retirar algunos restos.
Cuándo se les cae el pelo a los bebés
El cabello con el que nacen es muy fino y todavía no será el definitivo, así que aún no podemos saber cómo será. Primero se le tiene que caer, ¡y puede que hasta nos asustemos de la cantidad de pelo que pierden! Y es que encontrarás la cuna llena de pelo y, poco a poco, sobre los cinco o seis meses de edad, irá teniendo calvas, sobre todo por la parte posterior de la cabeza. Esto también es debido al roce continuo con los brazos al acunarlos o por estar siempre tumbados.
El pelo pasa normalmente por dos fases. La fase de crecimiento, denominada anagénica y la fase de reposo o telogénica que es cuando el pelo deja de crecer y se cae. No todos los pelos están en la misma fase al mismo tiempo. En el adulto, solo un 10% del cabello está en fase telogénica, por lo que notamos menos cuando se cae. Pero en el recién nacido la mayor parte del pelo entra en fase telogénica al mismo tiempo y por eso se nota mucho cuando el pelo se va cayendo y se pueden producir incluso calvas que son completamente normales.
Dependiendo de la cantidad de cabello con la que naciera, esta caída puede ser más o menos visible. Esto no supone ningún problema, ni tampoco significa que le falten vitaminas. Si quieres se puede cortar con cuidado, para intentar igualar las zonas. Pero cortarle el pelo al bebé no va a hacer que le salga más abundante ni grueso ni sano, esto es una falsa creencia. ¡Tampoco raparlo!
Y aunque no es necesario bañar al bebé todos los días, aprovecharemos el baño para limpiar también la cabeza, incluso si no tiene pelo. Puedes hacerlo con un poquito de champú infantil, con suavidad, y agua tibia (aunque si el bebé no tiene cabello, el mismo gel que utilizas para el cuerpo sirve para la cabecita).
Además, si tiene costra láctea, esta se reblandecerá y será más sencilla de eliminar. Sin embargo, el pelo de las cejas y pestañas no se le va a caer. Es más fuerte y cumple una importante misión de protección de los ojos, aunque hay bebés que son tan rubitos que parece que no tienen.
Cómo va a ser el cabello de mi bebé
Evidentemente, todo ese pelo que se les cae volverá a salir. Dependiendo de cada bebé lo hará más o menos rápido, con más o menos cantidad, más fino o más grueso, incluso liso o rizado. Es normal que tanto niños como niñas sigan con el pelo muy cortito hasta pasados los 12 meses de edad, e incluso hasta los dos años. También es frecuente que el pelo de los niños pase de rizado a liso o viceversa.
No es hasta esta edad, cerca de los dos años, cuando les sale el pelo definitivo a los bebés. Por lo que al nacer no podemos saber cómo va a ser el cabello, ni su forma ni su color. Y es que, algunas veces, por el ciclo de pérdida y crecimiento del pelo, el color que tienen al nacer no será siempre igual.
La pigmentación del pelo tiene mucho que ver con la pigmentación de la piel y ambas se determinan principalmente por la cantidad de melanina. En realidad hay dos tipos de melaninas: eumelanina y feomelanina, y dependiendo de la combinación de ambas tendrá un color de pelo u otro. Los castaños y negros tienen mucha eumelanina y poca feomelanina. Y al contrario los colores rubio y pelirrojo.
Las células que producen estos pigmentos son inmaduras en los recién nacidos, por lo que no será hasta tiempo después y con la salida del cabello definitivo cuando sepamos cómo va ser el color del pelo. Pero incluso, años después, a muchos niños y niñas de cabello rubio se les oscurece durante la adolescencia. Esto puede ser debido a que ciertas proteínas que pigmentan el pelo se van activando, probablemente debido a los cambios hormonales de la pubertad.
Y aunque la herencia del color de ojos está bastante clara, no pasa lo mismo con el color del pelo, ya que no solamente influye la genética. Pero cada vez se está investigando más sobre esto, por ejemplo este estudio intenta demostrar que el color del cabello es predecible a partir de variantes de ADN.
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¿Y cómo cuido el pelito de mi bebé?
El cabello del bebé es frágil y delicado, pero cuidarlo no es nada complicado. Una rutina de lavado con champú neutro y secado es suficiente para que poco a poco crezca sano y fuerte. Lo más importante es lavarlo con productos adecuados a su edad y secarlo bien.
También debemos evitar gomas hasta que el cabello del bebé y su cuero cabelludo estén fortalecidos y sanos. Hasta ese momento, es mejor evitar amarrar el cabello del peque (sobre todo mientras mientras esté húmedo). Tampoco debemos ponerle gorras o sombreros si el cabello aún está mojado. El pelito del bebé suele ser muy fino y cualquier accesorio que retenga la humedad puede maltratarlo. Lo mismo sucede con las gomas muy ajustadas, que pueden romperlo.
Por otra parte, es bueno masajear la cabeza del bebé todos los días. Con mucha delicadeza y a base de movimientos circulares realizados con las yemas de tus dedos o con un cepillo infantil de cerdas muy suaves. Así, además de relajarle, facilitas el riego sanguíneo hasta el cuero cabelludo, lo que favorece la salida de su pelo.
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