Cojines cervicales para niños en viajes por carretera: ¿Son recomendables?

Cuando los peques se estrenan en sus sillas a favor de la marcha nos encontramos con varias dificultades que están bastante generalizadas. Una de ellas es la cabeza. Sube y baja como si fuera el ascensor del terror cuando se duermen. Si te descuidas, te lo encuentras plegado como una bisagra y acto seguido te da un vuelco el corazón. Por ese motivo, muchas familias optan por los cojines cervicales para niños. Pero, ¿son seguros?

¿Se pueden usar cojines cervicales para el coche?

La realidad es que cuando se está usando el cinturón de seguridad, es necesaria la verticalidad para que sea lo más efectivo posible. Cuando el cuerpo está alineado con la vertical, si hay un impacto frontal el cinturón frena nuestro cuerpo inmediatamente reduciendo el riesgo de lesión y luego, al volver hacia atrás por efecto de la inercia, está la silla y su cabezal eliminando el margen de movimiento.

Si la silla o el asiento estuviera inclinado y el cuerpo relajado echado hacia atrás (no te lo imagines tumbado, son unos poquitos grados de inclinación, como cuando tú echas el asiento para atrás para dormirte un poco) y hay un impacto, el cuerpo hace más recorrido hasta llegar al cinturón y luego volver atrás. Esos grados de inclinación se traducen en una mayor aceleración del cuerpo y un aumento de la posibilidad de lesión.

Vale, hasta aquí queda claro que estando rectos están más protegidos y protegidas frente a un impacto. Pero…. ¿Y si se duermen?

 

Lo primero y fundamental es conocer la silla y que sea un buen sistema de retención infantil. Algunas permiten desplazar el asiento unos pocos centímetros hacia adelante para separarla del respaldo y ganar un poquito de inclinación. Esto, junto con un cabezal más ergonómico, podría ser suficiente para conseguir que no se les caiga la cabeza y medio cuerpo hacia adelante cuando están echando una partidita de cartas con Morfeo.

Pero si ni aún con esto es suficiente, podrías hacer uso de un cojín pequeño como un cilindro para ponerlo en un lateral y que apoye la cabeza (también sirve un jersey enrollado por ejemplo). O un cojín cervical, pero ojo, porque es muy importante que tenga unas características especiales.

Cómo elegir cojines cervicales para niños

La zona que toca en la nuca tiene que ser muy finita y más acolchado en los lados, para que apoye o bloquee la bajada de la cabeza en todo caso.

 

 

Y te preguntarás por qué… ¿Sabes lo que es el latigazo cervical? Es una lesión que se produce en la zona del cuello cuando se produce un movimiento enérgico hacia atrás y hacia adelante.

Si el cojín cervical está creando un espacio extra entre el cuello del peque y la silla, está favoreciendo que se produzca esa lesión. Como no podemos controlar ni la flexibilidad ni la firmeza del material del cojín como para minimizar este riesgo, es preferible que no haya nada creando esta distancia entre la parte de atrás de la cabeza y el cabezal.

Hay que tener en cuenta el desarrollo de los peques porque su cuello aún no ha osificado totalmente, su musculatura es más débil que la de un adulto y su cabeza es mayor proporcionalmente hablando.

Por todos estos motivos es fundamental que retrases el momento de colocarlo a favor de la marcha con un cinturón de seguridad (con un arnés o un escudo debería ser impensable porque es precisamente lo lesivo).

 

 

Pero cuando ya no hay más opción a contramarcha, hacia los siete años, por ejemplo, es cuando toca elegir una buena silla de grupo 2-3 que:

• Reconduzca el cinturón por su cuerpo como es debido, con la franja ventral pegadita al muslo por debajo de la pelvis y la que le cruza el pecho subiendo por el hombro sin tocar la oreja.
• Y que encaje perfectamente con el asiento del coche, y para esto es imprescindible hacer una prueba previa.

Si tenéis alguna duda al respecto, podéis contactarme en la Tribu CSC. ¡Feliz viaje familias!

 

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