Más allá de la cicatriz externa que deja una cesárea, hay heridas mucho más profundas: la herida emocional, esa que no se ve a simple vista, pero que puede ser mucho más duradera e invisible,…
El derecho a estar acompañadas en el parto es una recomendación expresa de la OMS para tener una experiencia de parto positiva y no traumática. Sin embargo, aunque cada vez más hospitales tienen protocolos de cesárea humanizada, muchos aún no permiten a las mujeres estar acompañadas por su pareja o una persona de su elección si tienen una cesárea.
“En España permitir que las mujeres estén acompañadas de sus parejas durante los partos por cesárea es una práctica poco consolidada“, manifiestan los autores de la reciente investigación.
No obstante, es una práctica que, según ha demostrado el nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) tiene importantes consecuencias negativas para la mujer: las madres sufren más estrés y ansiedad si no están acompañadas por una persona de su elección (su pareja, un familiar o una persona de confianza) en la intervención.
Por ello, siempre que sea posible (en los casos de cesárea programada, por ejemplo), debería permitirse que la mujer esté acompañada por su la pareja o un acompañante de su elección y confianza. De esta forma se evita el estrés emocional de verse sola en un momento ya de por sí de gran estrés médico debido al ambiente quirúrgico y los temores habituales de esta situación.
Las mujeres no acompañadas durante la cesárea sufren el doble de ansiedad
Negar a la mujer la posibilidad de acompañamiento en una cesárea (siempre que esta no ponga en riesgo la salud de la madre y el bebé), niega a la pareja la posibilidad de asistir al nacimiento de su hijo y obliga a la madre a afrontar en solitario lo que posiblemente sea una situación que puede ser muy estresante.
“Pasar sola esta experiencia no sólo priva a la mujer de la oportunidad de compartir el parto con su pareja, sino que también la obliga a afrontar, en solitario, una de las experiencias más estresantes durante el embarazo”, manifiestan los investigadores.
Así lo han concluido los profesionales del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí, que han evaluado el estrés de las madres mediante la escala STAI-Estado/Rasgo y lo han comparado en un grupo de 31 mujeres que tuvieron partos por cesárea electiva sin la presencia de sus parejas, con un grupo de 33 mujeres con partos por cesárea electiva acompañadas por sus parejas.
Los resultados, publicados en la revista Maternal and Child Health Journal, no dejaron lugar a dudas: las mujeres no acompañadas durante la cesárea presentaron el doble de ansiedad durante la cesárea que las mujeres que estaban acompañadas.
Hacia una prestación más humana: “Se necesita un cambio de mentalidad”
Concretamente, las madres que tuvieron a sus bebés sin compañía presentaron una media de 50 puntos de ansiedad, mientras que en aquellas que sí pudieron estar acompañadas por su pareja, la ansiedad fue de una media de 25 puntos.
A la vista de los resultados, los profesionales del Parc Taulí invitan a revisar el protocolo de cesárea programada y permitir una cesárea con acompañante:
“La presencia de pareja durante las cesáreas electivas es un factor clave para disminuir la ansiedad del parto, mejorando la experiencia general, pero necesita un cambio de mentalidad en el equipo obstétrico y quirúrgico. Estos resultados podrían cambiar la organización de los servicios hacia una prestación más humana, con un impacto global positivo en la atención de los pacientes”, concluyen los autores del estudio.
La importancia del apoyo de la pareja durante el embarazo, el parto y el postparto es fundamental para preservar la salud mental y emocional de las madres, y preservar el bienestar de sus bebés. La fuerte experiencia emocional de la m[p]aternidad hace necesario el apoyo mutuo. Tanto más en una situación como la cesárea, que puede dejar heridas emocionales cuando esta golpea duramente las expectativas de la mujer o ha dejado la huella de una experiencia de parto negativa.
“Los partos por cesárea son una de las experiencias de vida más estresantes. Permitir que las mujeres estén acompañadas por sus parejas durante los partos por cesárea es una práctica poco consolidada en algunos países. Por lo demás, las instituciones internacionales pertinentes recomiendan permitir un adulto acompañante, presente con la madre en el quirófano durante todo el proceso“, resumen los investigadores.
Si quieres más información sobre tus derechos durante el parto o necesitas asesoramiento profesional para tu embarazo, parto y postparto; en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la matrona Sara Caamaño, la psicóloga perinatal Mamen Bueno y la abogada familiar Ana Pacheco.
No en vano, sufrir estrés durante el embarazo o el parto puede influir tan negativamente en el bienestar psicológico de la madre hasta tal punto de convertir la experiencia en un hecho traumático que se agrava si no se puede contar con el apoyo de la pareja y/o el entorno. Está demostrado que altos niveles de estrés pueden incluso afectar al bienestar físico de la madre y el bebé.
En cambio, una cesárea humanizada es aquella en la que se prioriza el respeto y la atención a la mujer y su bebé. En ella, el personal sanitario ayuda a proporcionar una atmósfera tranquila, cálida y segura para que la mujer se sienta acompañada y protegida.
En estos casos, ¿quién puede entrar a una cesárea? En aquellos casos en los que el parto no revista gravedad y no se trate de una urgencia o emergencia médica, la gestante puede escoger la persona que quiere que le acompañe durante el proceso de parto. Aunque, eso sí, por razones de espacio y de asepsia, la podrá acompañar una sola persona. Es decir, puede entrar el padre en una cesárea programada (o cualquier otra persona de su elección).
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