Los niños han vivido las distintas etapas del confinamiento asumiendo muchos cambios que han afectado profundamente a su vida normal. Al inicio de la pandemia, los niños fueron los primeros recluidos en casa. En esta situación…
El bruxismo consiste en apretar o rechinar los dientes. Se puede producir de día y/o de noche, y de forma voluntaria o involuntaria. En el caso del bruxismo en los niños, este puede estar provocado por distintas causas y, en algunas ocasiones, es una situación transitoria que desaparece sin intervención. En otros casos, sí es necesario un tratamiento o, al menos, atención odontopediátrica.
El bruxismo infantil “no se considera una patología o un trastorno en sí mismo”, tal y como explica la dentista del equipo de Criar con Sentido Común, Irene Iglesias. Pero sí puede ser un síntoma de “condiciones de salud o hábitos que perturben el sistema nervioso central“. Por eso es importante acudir al dentista si observamos que nuestro hijo rechina o aprieta los dientes de forma continuada.
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¿Qué es el bruxismo?
Es posible que los niños pequeños aprieten o rechinen los dientes cuando estos comienzan a salir. Pero nuestra dentista aclara que no hay que confundir el bruxismo en los niños con ese “juego” de descubrimiento de los peques. También es un mito que las lombrices en los niños provoquen bruxismo infantil, no se ha demostrado científicamente. En este sentido, Irene Iglesias matiza: “otra cosa es que un niño rechine los dientes porque tiene parásitos. La incomodidad y el picor pueden causar esa respuesta, pero no significa que las lombrices sean la causa”.
Según la Sociedad Española de Odontología Pediátrica, el bruxismo es una parafunción donde la mandíbula realiza movimientos no funcionales durante el día y/o la noche. Son movimientos voluntarios o involuntarios y siempre involucran a los dientes que se ponen en contacto con sus antagonistas produciendo un apretamiento o rechinamiento. Se suele dividir entre bruxismo nocturno o inconsciente, que se produce durante el sueño, y bruxismo diurno o consciente (que aparece durante el día).
El bruxismo en los niños puede aparecer en cualquier edad, aunque suele ser más frecuente entre los seis y los ocho años. A partir de entonces va disminuyendo. En muchos casos desaparece incluso antes de los seis años, según la Asociación Española de Pediatría.
Tener bruxismo infantil no implica que lo seguirán teniendo durante la adolescencia o de adultos. No obstante, en su forma más severa puede causar daños en los dientes e incluso amenazar la conservación de alguna pieza, además de producir dolor muscular.
Causas del bruxismo en los niños
No hay consenso sobre qué causa el bruxismo en los niños exactamente, pero sí en que hay varios factores que están relacionados con la aparición de esta circunstancia. Son factores psicológicos, físicos y odontológicos.
Estos últimos incluyen maloclusiones, discrepancias oclusales y/o restauraciones. Irene Iglesias, nuestra dentista, explica que lo que se suele encontrar en consulta cuando un niño rechina por la noche es “un defecto del desarrollo de los maxilares, normalmente con sobremordida y retrognacia, y/o un manifiesto desequilibrio en la oclusión”.
En cuanto a las causas psicológicas, el bruxismo en los niños vendría desencadenado por tensión emocional o estrés infantil. La ansiedad, tanto en menores como en adultos, es una de las causas más frecuentes.
A ello se suman otros factores, como alteraciones de sueño. De hecho, el bruxismo se considera una parasomnia. Como trastorno del sueño se caracteriza por la presencia de movimientos involuntarios de actividad rítmica muscular masticatoria, asociados a microdespertares y ocasionalmente genera ruidos por el rechinar de los dientes.
También hay factores genéticos:
“Hay personas con más predisposición genética al bruxismo nocturno: aquellos que tienen cierta variación en un gen relacionado con los receptores de dopamina, en concreto con el DRD2, que se asocia con el efecto gratificante de la comida o de los videojuegos”, indica nuestra especialista.
Por último, hay estudios recientes que relacionan el bruxismo nocturno con el consumo de alimentos con azúcares añadidos y el abuso del uso de pantallas.
Tratamiento para el bruxismo en los niños
La Asociación Española de Pediatría indica que en la mayoría de casos el bruxismo desaparece y no suele tener mayores consecuencias. Si es persistente puede provocar otras dolencias como dolores en la articulación temporomandibular, hipertrofia de los músculos masticatorios, dolores de cabeza, cuello y espalda, alteraciones visuales auditivas, aumento de la sensibilidad dental, cefalea o un desgaste progresivo de los dientes.
“En realidad todos estos signos y síntomas forman parte de trastornos respiratorios del sueño. De hecho, muy frecuentemente el bruxismo va unido a respiración oral y todo lo que conlleva”, precisa Irene Iglesias.
Como hemos visto, existen distintas causas que provocan el bruxismo en los niños. Por ello, es necesario una atención multidisciplinar. La dentista de Criar Con Sentido Común remarca que:
“El odontólogo debe estar en contacto permanente con neurólogos, neumólogos, otorrinos, nutricionistas, psicólogos y resto de especialistas para poder ofrecer la mejor solución a cada paciente en cada momento o situación clínica”.
Por todo ello es recomendable acudir al odontólogo para que valore cuál es el tratamiento más adecuado. Según Irene Iglesias, desde un punto de vista mecánico, “es relativamente fácil solucionarlo. Aunque lo cierto es que muchas veces hay que tratar el problema de base: el binomio masticación-respiración no funciona y puede ser necesario rehabilitar todo el aparato masticatorio. Y como siempre, cuanto antes, mejor”.
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