BLW mixto: Cómo combinar sólidos con triturados

Artículo publicado el 24 Sep 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 20 abril, 2024

Aunque las recomendaciones actuales se centran en apostar por el BLW o alimentación guiada por el bebé, a veces no resulta tan sencillo llevarlo a cabo. En muchas ocasiones, tenemos que dejar al peque al cuidado de otros familiares como los abuelos o en la escuela infantil, que optan por los triturados. En este caso, el BLW combinado es tu mejor opción.

Cumplidos los primeros seis meses de vida, la mayoría de los bebés están preparados para iniciar la alimentación complementaria. Hasta ese momento, la leche materna o de fórmula debe ser su principal alimento según la OMS, pero, una vez alcanzado, es hora de dar paso a otro tipo de alimentos. Y surgen las dudas: ¿Optamos por los triturados o por los sólidos? A veces no hace falta elegir, ¡podemos combinar ambos tipos de alimentación complementaria!

Qué es el BLW combinado o BLW mixto

El BLW mixto no es más que la combinación de la alimentación guiada por el bebé (BLW) con los purés y triturados. Aunque para muchas familias lo ideal sería seguir un BLW “puro”, lo cierto es que no siempre es posible por no estar siempre con el pequeño a las horas de las comidas o, simplemente, por falta de tiempo. Así, en lugar de renunciar por completo al BLW, podemos optar por un BLW mixto en el que le podemos ofrecer a nuestro bebé tanto alimentos a trozos como purés.

Y ¿cómo se le ofrece? Según la dietista-nutricionista y miembro del equipo de Criar con Sentido Común, Rebeca Pastor, la clave es comer, así que “todo es correcto y variar las texturas también”. Es decir, partiendo de la base de que el BLW combinado no existe oficialmente como tal, le podemos ofrecer a nuestro hijo triturados en un momento del día y sólidos en otro, o bien combinar ambos en el mismo momento del día. “No hay un momento idóneo, lo importante es ofrecer los alimentos en diferentes texturas y que vayan probando”, explica.

 

 

Aprender a gestionar dos texturas diferentes (sólidos y triturados) no es más difícil para el bebé, pero sí tenemos que tener en cuenta que debemos comenzar al mismo tiempo. Además, hay que ofrecer los alimentos sólidos antes de los nueve meses, ya que hasta ese momento los pequeños tienen más capacidad para gestionar los sólidos, pero pierden ese reflejo natural si no se los ofrecemos.

Ventajas del BLW mixto

Las familias que optan por el BLW mixto no realizan el BLW propiamente dicho, pero eso no impide que esta elección comparta las mismas ventajas para el bebé que el método puro. Entre ellas destacan:

• Desarrollo de la motricidad: el pequeño intentará coger los alimentos con la mano y después con los cubiertos.
• El bebé es capaz de diferenciar texturas y sabores de los alimentos de forma individual.
• Buen desarrollo de los músculos de la mandíbula, los dientes e incluso el habla.
• En el momento de la comida o cena, toda la familia se sienta a la mesa y el menor se siente parte de ella (el sentido de pertenencia es fundamental para el desarrollo de los niños).

A todo ello se suma la percepción de que el bebé come más. Al comienzo del BLW, los pequeños juegan con la comida y prueban nuevas texturas con las manos, pero apenas ingieren nada. Al darle en algún momento del día triturados, los padres pueden tener la sensación de que al menos sí ha realizado una comida.

 

 

Inconvenientes del BLW mixto

Según Pastor, el principal inconveniente del BLW es que muchos padres piensan que puede alargarse en el tiempo, cuando no debería ir más allá de los 12 meses. La idea es que de los seis a los 12 meses enseñemos al niño la técnica de comer sólidos y triturados para despertar su interés por la comida y que sea más independiente.

Lo ideal es que poco a poco se decante por los sólidos, pero siempre dependerá de cada niño y de la insistencia de los padres. Así, para la nutricionista, si se da prioridad a los triturados “los padres no despertarán la curiosidad del niño por comer”.

 

 

Además, si obligamos a comer a nuestro bebé sin respetar sus señales de saciedad, corremos el riesgo de que coma más de lo que necesita y la posible obesidad infantil.

¿El BLW mixto genera confusión en el bebé? Aunque hay quien piensa que sí, Pastor lo tiene claro: “En absoluto, y tampoco hay más riesgos de atragantamientos. El bebé los gestiona con la tos y las arcadas, por lo que no debe suponer una preocupación añadida”, explica.

Cómo realizarlo de forma respetuosa

Ya sea con sólidos o triturados, la clave es respetar siempre los signos de saciedad de nuestro bebé. Es él quien debe tener el control de lo que come ya que, al igual que ocurre durante la lactancia, sabe perfectamente cuándo ha comido suficiente.

Por ello, si vemos gestos tan sencillos como que el niño se echa hacia atrás o hacia un lado, o directamente quita la cuchara con la mano, es señal de que ya está saciado. Además, es importante no obligar al niño a comerse hasta la última cucharada, ya que no le estaremos ayudando a afianzar las señales de hambre y saciedad.

 

 

En el BLW los niños tienen plena autonomía ante los trozos, algo que cambia con los purés, ya que son los adultos los encargados de dárselos con la cuchara. Por ello, basta con acercar la cuchara a la boca, sin necesidad de meterla directamente, para ver si la acepta o la rechaza. Los pequeños no tienen capacidad de girar la muñeca hasta los 10-12 meses, por lo que no pueden gestionar los cubiertos, pero sí se los podemos ofrecer desde el principio para que jueguen y practiquen con ellos.

Sin embargo, sí que pueden coger los alimentos con la mano y llevarlos a la boca desde los seis meses aproximadamente.

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