Biberón de ayuda o biberón “pirata”: Por qué no es buena idea a no ser que sea absolutamente necesario

El llamado biberón pirata es aquel que se ofrece al recién nacido por parte de los profesionales sanitarios tras el parto. En muchas ocasiones se le da al bebé sin que lo sepa su madre o sin intentar alternativas como que la madre se extraiga calostro. Este biberón de ayuda puede interferir en la lactancia materna y aumenta la posibilidad de desarrollar alergia a la proteína de la leche de vaca.

¿Qué es el biberón pirata?

Se conoce como biberón pirata al biberón preparado en el hospital que se le ofrece al bebé tras nacer porque el o la profesional sanitaria considera que necesita comer y, bajo su criterio, no se dan las circunstancias para que se establezca la lactancia materna. En ocasiones, se hace sin que la madre lo sepa o si que dé su consentimiento; tras la separación de ambos por alguna circunstancia.

Nuestra consultora de lactancia materna, Inma Mellado, a la que podéis consultar en la Tribu CSC, lamenta que esto ocurra sin que se haya intentado primero ofrecer otras alternativas.

“A veces es necesario y no queda más remedio que suplementar al bebé, pero se puede intentar hacerlo con el calostro extraído previamente de la madre o con modalidades que luego no interfieran en el establecimiento de la lactancia”.

 

 

¿Qué pasa si le das biberón a un recién nacido?

Según nuestra experta, si realmente necesita esa suplementación, el bebé “estará mejor”. Pero si no es así, “tendremos un bebé satisfecho, con el estómago lleno y sin ganas de mamar. Y esto puede suponer y supone un impedimento para la lactancia“.

De hecho, según Inma Mellado, hay varios estudios que demuestran que la introducción temprana de suplementos innecesaria acorta la duración de la lactancia:

“Ahora bien, si hace falta y el bebé no está comiendo suficiente, esos biberones preparados en el hospital pueden ayudar a que la lactancia arranque. Porque un bebé que come bien mama mejor. Es decir, cuando están indicados pueden ayudar. Cuando no estén indicados, pueden interferir“.

Por otro lado, ofrecer al recién nacido se relaciona con el desarrollo posterior a alergia a las proteínas de la leche de vaca. Junto a la alergia al huevo, la de la leche es una de las alergias más comunes en la infancia. Según los estudios, ofrecerle al recién nacido leche artificial a un bebé que luego tomará leche humana puede hacer que la memoria inmunológica de aquel quede estimulada y reaccione (alergia) cuando se le vuelva a ofrecer la leche de vaca.

“Es uno de los riesgos del biberón pirata. Porque parece que podría estar detrás de la sensibilización de bebés con alguna predisposición que, cuando son expuestos a las proteínas de la leche de vaca, reacciona con alergia (mediada o no por inmunoglobulina)”.

 

 

¿Cuándo dar biberón de ayuda?

Según Inma Mellado, “cuando haga falta”. Es decir, los suplementos tienen como objetivo ayudar a los bebés que tienen “gran dificultad” a la hora de agarrarse al pecho o que han sido separados de sus madres; o la madre está en una situación en la que le es imposible amamantarlo.

Pero, insiste nuestra experta, es fundamental barajar posibilidades más respetuosas y que favorezcan luego la lactancia materna, como extraer calostro y dárselo al bebé.

“En ciertas circunstancias, como hipoglucemia, no se puede decir que no hay que darles biberones a los bebés. Claro que a veces hay que darles suplementos a los bebés en los primeros días y están indicados ante un pérdida súbita y muy grande de peso, por ejemplo. También cuando la madre no está siendo capaz (seguramente porque no la están ayudando) de sacarse el calostro para ofrecérselo a su hijo. En esos casos podría estar indicada la suplementación“.

 

 

Inma Mellado subraya, pues, que a veces los suplementos en el entorno hospitalarios están indicados. Pero, en otras ocasiones, esos biberones se ofrecen de manera precipitada y sin haber tenido en cuenta o ayudado correctamente a la madre para establecer la lactancia.

¿Cuánto tiempo puede pasar sin tomar leche un recién nacido?

Cabe preguntarse si el tiempo que un bebé puede estar sin comer influye de alguna manera en la necesidad de ofrecer el biberón pirata. Sin embargo, no hay una respuesta universal ya que, como explica nuestra experta, dependerá de cada recién nacido.

“No es lo mismo un bebé de 2,5 kilos en el que es probable que se presente una hipoglucemia muy pronto porque tiene pocas reservas, que un bebé nacido a término, sano, y con un peso medio que podría estar unas cuantas horas sin comer sin problema. También hay que tener cuidado con los bebés de 36 semanas inmaduros (bebés prematuros) que probablemente hipogluceme antes o incluso con uno de 4 kilos que también tiene mayor riesgo de tener hipoglucemia”.

Hace algunos años estaba extendida la idea de que un recién nacido podría estar incluso 12 horas sin comer nada. Sin embargo, explica Inma Mellado, lo que debería pasar tras el nacimiento es que el bebé esté piel con piel con su madre y que se inicie la primera toma lo antes posible.

 

 

Cuando esto no es posible, lo ideal es que la madre se saque calostro para ofrecérselo al bebé.

“Lo primordial no debe ser pensar que el bebé puede estar X horas sin comer y por eso no vamos a ofrecerle un biberón en el hospital. Nuestro objetivo debe ser que se alimente con el calostro, bien directamente del pecho de su madre o una vez extraído de él”.

¿Cuál es la leche que le dan a los bebés en el hospital?

Si no queda más remedio que dar un suplemento al recién nacido, lo primero que habría que hacer, según Inma Mellado, es “explorar” otras posibilidades. Es decir, tratar de dárselo con la técnica dedo jeringa (de modo que el bebé recibe la leche de la jeringa pero coloca la lengua en el dedo de forma similar a como lo haría en el pecho) o con un vasito. “Si se sabe hacer, no hay problema para que un bebé pequeñito tome leche de un vaso”.

En caso de usar un biberón, la tetina debe ser de flujo lento pero, sobre todo, “dar el biberón al ritmo del bebé; con este incorporado y el biberón lo más horizontal posible. Ahí está la clave”.

 

 

Además, hay que tener claro que “no hay ninguna tetina capaz de imitar el pecho, ninguna”. ¿Por qué? Pues porque ninguna de ellas puede imitar el pecho de todas las mujeres. Ni si quiera el pecho de una mujer en todas las circunstancias posibles.

“Por mucho que las compañías saquen cada año tipos nuevos de tetinas que supuestamente imitan a la perfección un pecho, la realidad es que es inimitable. La interferencia, por tanto, estará ahí. Pero es que a veces se necesita esa suplementación. Que podemos intentar hacerlo con el dedo jeringa o una sonda, pues mejor. Y si se puede intentar con un bebé con buen agarre la suplementación al pecho, pues miel sobre hojuelas, como se suele decir”.

Por lo tanto, concluye Inma Mellado, hay que diferenciar entre un bebé que necesita suplemento frente a la necesidad del biberón pirata. Los suplementos se pueden administrar de formas distintas y no centrar la opciones únicamente en un biberón con leche de fórmula; sino explorar otras posibilidades.