Me han dicho que tiene que dormir boca arriba, pero mi bebé se da la vuelta solo en la cuna, ¿qué hago?

Artículo publicado el 6 Abr 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 22 abril, 2024

Desde que nacen, los bebés tienen que dormir boca arriba, al menos durante los primeros seis meses de vida. ¿Qué pasa a partir de entonces? El riesgo de muerte súbita del lactante se reduce en ese momento, a lo que se suma que, alrededor de los cuatro o cinco meses es cuando un bebé empieza a darse la vuelta solo.

Si eso ocurre cuando ya está dormido, ¿qué hacemos? ¿Lo dejamos que siga durmiendo así o tenemos que volver a ponerlo boca arriba?

Para dormir, siempre boca arriba

Hasta los años 90, la recomendación era clara: los bebés debían dormir boca abajo. Sin embargo, a principios de esa década, tanto la OMS como la Academia Americana de Pediatría cambiaron radicalmente de criterio y pasaron a recomendar poner a los bebés a dormir boca arriba. Aunque el consejo se extiende durante el primer año de vida, es de vital importancia los seis primeros meses.

Con esta modificación, se consiguió reducir hasta en un 40% el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Pero no solo se desaconseja dormir boca abajo, tampoco se debe poner a los bebés de lado, ya que muchos consiguen ponerse boca abajo desde esa posición.

 

 

Tal y como recoge el Libro Blanco de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría, entre los principales factores de riesgo se encuentra la posición para dormir. El bebé boca arriba tiene más movilidad, recibe más oxígeno, no tiene un sueño tan profundo y es capaz de destaparse si tiene calor (el aumento de la temperatura es un síntoma que se relaciona con el SMSL). Al dormir boca arriba, se aumentan las fases de sueño ligero, de forma que es más fácil que el bebé se despierte después de una apnea.

A algunos padres les suele preocupar que el bebé pueda asfixiarse o atragantarse boca arriba si regurgita o tiene reflujo, pero la realidad es que la propia anatomía de las vías respiratorias y el reflejo nauseoso impiden que esto ocurra.

¿Se debería dar la vuelta al bebé si se pone boca abajo en la cuna?

Entre los primeros hitos madurativos que alcanza un bebé, encontramos uno que nos puede preocupar a la hora de ponerlos a dormir. Alrededor de los cuatro o cinco meses, gran parte de los bebés son capaces de darse la vuelta solos. Los animamos a hacerlo mientras los observamos jugar, pero la cosa se complica cuando los ponemos a dormir. ¿Será capaz de darse la vuelta solo también dormido? Y en caso de hacerlo, ¿es peligroso si un bebé se da la vuelta al dormir? 

 

 

La respuesta es sencilla. Si pones a dormir a tu bebé boca arriba y es capaz de darse la vuelta mientras duerme, no tienes que hacer nada. Ni tienes que pasar horas en vela observándolo dormir, ni tampoco girarlo si se pone boca abajo solo. Si el bebé es capaz de voltearse solo, no hay peligro de asfixia. Eso sí, es importante mantener la cuna despejada de sábanas y mantas en las que pueda quedar atrapado.

Así lo explica la Asociación Española de Pediatría, quien asegura que cuando el bebé tiene cinco o seis meses y es capaz de voltearse solo, comienza a disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante. Así, aunque siempre debemos acostarlo boca arriba, no es preocupante que se dé la vuelta solo.

¿Qué ocurre mientras dormimos?

Cuando estamos dormidos, solemos tener varios despertares a lo largo de la noche. También les ocurre a los bebés en el momento que adquieren el ritmo circadiano y su sueño comienza a parecerse al de los adultos. Dormidos, se ralentiza la presión sanguínea, la respiración y el ritmo cardíaco, para volver a acelerarse cuando nos despertamos.

 

 

Sin embargo, un bebé que duerme boca abajo tiene más complicado despertar de forma espontánea y llorar para avisar de que le ocurre algo. Algunos padres piensan que su hijo duerme mejor boca abajo, sin conocer los peligros que realmente supone.

Además, puede sufrir una bajada de la presión sanguínea y tener menos oxígeno en el cerebro. De hecho, al dormir boca abajo inhala menos oxígeno ya que solo recibe el aire de la pequeña bolsa que se forma entre la ropa de cama alrededor de la nariz.

Recomendaciones para un descanso seguro

A la hora del descanso, es importante cumplir una serie de recomendaciones para garantizar la máxima seguridad de nuestro bebé.

• El colchón debe ser firme. En caso contrario, el bebé se hundirá en él lo que dificultará su respiración.
• La habitación debe tener una temperatura agradable. No debe hacer frío, pero tampoco debe estar calentada en exceso.
• No usar mantas ni sábanas, en las que el bebé puede quedar atrapado al dar la vuelta, ni abrigar en exceso al bebé.
• Nunca fumar en la habitación o cerca del bebé.
• Evitar todo tipo de objetos en la cuna: ni almohadas, ni cojines ni juguetes.

Es de vital importancia mantener siempre la cuna despejada de almohadas, cojines o peluches que puedan incrementar el riesgo de asfixia. Esto se acentúa aún más cuando son capaces de dar la vuelta solos, por lo que tenemos que cerciorarnos de mantener un buen flujo de aire.

 

 

Por supuesto, no hay que usar en ningún caso almohadas o sábanas enrolladas para evitar el giro del bebé. Más que ayudarlo, estaríamos poniendo elementos innecesarios en la cuna, además de incrementar el peligro de asfixia.

Entonces, ¿no lo pongo nunca boca abajo?

La recomendación de la OMS se limita a la hora de dormir, pero es importante que pongamos a nuestro bebé boca abajo a lo largo del día y siempre bajo supervisión. Con ello, además de evitar problemas como la plagiocefalia, ayudaremos a estimular su desarrollo motor.

Poco a poco, será capaz de mantener la cabeza solito y adquirirá más fuerza en los músculos de los brazos y la espalda. Llegará el día en el que sea capaz de mantenerse sentado, se ponga de pie, se lance a gatear… ¡Y finalmente dará sus primeros pasos!

 

 

Es importante crear un espacio adecuado para facilitarles el movimiento libre para que aprendan a cambiar de una posición a otra sin nuestra ayuda, de forma autónoma e independiente.

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