Los alimentos alergénicos no aumentan el riesgo para los bebés, según una investigación

Las directrices suecas revisadas sobre alimentación infantil se asocian con una introducción más temprana de alimentos alergénicos.

Los huevos, las legumbres (incluida la soja) y los frutos secos, se están introduciendo actualmente más temprano en las dietas infantiles tras las recomendaciones revisadas en Suecia sobre la introducción de ciertos alimentos. Han comprobado que no ha habido cambios en la tasa de alergias alimentarias o eccema en bebés de 18 meses. Es más, la introducción temprana de alimentos potencialmente alergénicos reduce el riesgo de reacciones alérgicas.

“Los ensayos controlados aleatorios han demostrado que la introducción de alimentos potencialmente alergénicos como el maní y los huevos durante el primer año de vida puede reducir el riesgo de desarrollar alergias alimentarias“, dice la profesora Christina West, jefa de investigación sobre asma y alergias en NorthPop .

Estos resultados provienen de un estudio reciente del proyecto de investigación NorthPop realizado en la Universidad de Umeå y la región de Västerbotten y publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology.

 

 

“La teoría es que la exposición temprana y repetida a los alimentos promueve el desarrollo de la tolerancia; en otras palabras, el sistema inmunológico aprende a tolerar estos alimentos”, explica West.

Consejos revisados

En el estudio participaron más de 3.500 familias dentro del gran proyecto poblacional NorthPop. Todas las familias recibieron el consejo de la Agencia Nacional de Alimentos de Suecia de que alimentos potencialmente alergénicos (como huevos cocidos, leche, nueces, legumbres y cacahuetes), deben introducirse a todos los niños durante el primer año de vida (eso sí, recuerda que los frutos secos deben ofrecerse a los más pequeños siempre triturados, para evitar el riesgo de asfixia).

Estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales y pueden contribuir a hábitos alimentarios saludables que ayudan a reducir la probabilidad de padecer enfermedades relacionadas con el estilo de vida a largo plazo. La evidencia científica recomienda la introducción activa de alimentos alergénicos para la prevención de las alergias.

 

 

Las familias completaron cuestionarios de frecuencia de alimentos cuando sus hijos tenían 4 y 9 meses.

Legumbres, huevos y cacahuetes

Con estas indicaciones, los investigadores hallaron que más niños comían legumbres a los 9 meses de edad (la proporción aumentó del 55,2% al 69,8%). Asimismo, más pequeños comían cacahuetes a la misma edad (con un aumento del 29,2% al 43,2%).

A pesar de este aumento, la proporción de niños que sufrieron reacciones alérgicas fue menor “en comparación con los datos internacionales”, afirma Jonas Österlund del Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de Umeå y primer autor del estudio.

 

 

No hay mayor riesgo de enfermedades alérgicas

Los investigadores no encontraron diferencias en la prevalencia de alergias alimentarias y eccema a los 18 meses de edad aunque se disminuyera la edad a la que se introdujeron alimentos potencialmente alergénicos.

“Nuestros resultados muestran que la introducción de alimentos alergénicos en el primer año de vida no aumenta el riesgo de alergias alimentarias o eccema“, afirma Österlund.

El objetivo de NorthPop es ahora incluir a 10.000 familias y seguir a los niños hasta los 7 años, lo que también permitirá dar seguimiento a los resultados.

 

 

¿Cuáles son alimentos alergénicos? Si quieres más información sobre los alimentos alergénicos más comunes o necesitas asesoramiento profesional sobre cómo introducirlos en la dieta de tu bebé, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli y la dietista-nutricionista Rebeca Pastor.