Relación entre alergias y Covid-19: El aumento de polen en el aire favorece el contagio de la Covid-19

¡Hola! En un post anterior os hablé sobre las alergias. Sobre cómo podrían provocar más visitas a urgencias (y en los centros de salud en general) durante esta primavera, de los síntomas que provocan, de cómo podemos intentar limitar sus efectos… Os dejo el enlace por aquí por si os interesa y os lo perdisteis. Pues bien, hoy os quiero hablar de la relación entre alergias y Covid-19.

No es que haya una relación directa, pero veréis que en algunas cosas se asemejan y en otras se diferencian, y vamos a ver también si alguna de las dos propicia a la otra. Vamos a empezar por una pregunta que, quizá, si alguien de la familia parece de alergia, os habéis hecho ya…

¿Las personas alérgicas tienen más riesgo de contagiarse de Covid-19?

La respuesta es que no. Hemos ido viendo que el riesgo de contagio es más o menos igual para todos, exceptuando quizá para las personas que fuman, donde se habría visto que el tocarse la mascarilla y/o los tics de tocarse más la cara, aumentarían un poco el riesgo de contagio. Así que, por si acaso lo repito formulado de otra forma: por ahora no se ha demostrado que las enfermedades alérgicas sean un factor de riesgo para contagiarse de la Covid-19.

 

 

¿Si tengo alergia y me contagio, aumenta el riesgo de cursar Covid-19 de forma grave?

La segunda pregunta, que quizá también ya os habéis hecho, es si las personas que padecen alergias tienen más riesgo de presentar complicaciones durante la Covid-19. La respuesta también es no. Si bien es cierto que entre las principales enfermedades que asociadas al coronavirus pueden dar complicaciones se encuentran las enfermedades pulmonares crónicas, no se ha visto que las personas alérgicas presenten más complicaciones cuando se contagian con el SARS-COV-2.

Ahora bien, como toda infección vírica, el SARS-COV-2 podría potencialmente desencadenar una crisis de asma en aquellas personas que tienden al asma.

La primavera favorece las alergias y el aumento de polen en el aire puede favorecer el contagio de la Covid-19

Vamos a por una tercera pregunta. Cuando hablamos de alergias, una gran parte de ellas son estacionales. Aparecen cuando hay un aumento de polen en el aire. Y esto pasa durante la primavera, sobre todo. Cuando nos preocupaban las bronquiolitis o la gripe (¡qué tiempos, aquellos!) esperábamos la primavera con ansias, para ver cómo el buen tiempo limitaba sus contagios.

 

 

La mayoría de los virus frenan su actividad ante el aumento de las temperaturas (aunque ya os hablé en un anterior post sobre el aumento de las bronquiolitis en la primavera australiana, ¿verdad?). Y en lo que se refiere al virus de la Covid-19, tampoco hay evidencia suficiente para pensar que el aumento de la temperatura sea suficiente como para frenar los contagios. En Singapur, por ejemplo, se han registrado casos aún en temperatura y humedades altas.

Así que, a modo de resumen de la relación entre alergias y Covid-19, tenemos que:

• Padecer de alergias no aumenta el riesgo de contagio de Covid-19.
• La Covid-19 no ha demostrado presentar complicaciones en caso de tener alergia a algo, aunque su virus, como todos los demás puede desencadenar crisis de asma (por lo que hay que ser cautelosos).
• La primavera favorece las alergias pero no parece incidir en el SARS-COV-2.

 

 

Y ahora os quiero hablar de otra relación que se ha podido establecer entre la primavera y la Covid-19. Parece ser que el nivel de polen en el aire y los contagios de Covid-19 podrían tener una relación directa. Un estudio de la revista científica PNAS relaciona el incremento y disminución de las concentraciones de polen en el aire con el incremento y la disminución de las tasas de infección de SARS-COV-2. Y esto afectaría a todo el mundo, no solamente a las personas alérgicas.

Mascarillas FFP2, la mejor protección en ambos casos

Parece ser que el polen afecta al sistema inmunitario de las personas, favoreciendo la infección. Es por esta razón que los expertos recomiendan utilizar mascarillas homologadas (cuando estemos en el exterior, sobre todo, aunque en interiores también; ya que se ha visto que ayudan a prevenir las infecciones de las cepas más agresivas).

 

 

Las mascarillas FFP2 reducen hasta un 80% las partículas de polen que inhalamos, de modo que el polen podría afectar menos a nuestro sistema inmune y tendríamos más posibilidades de que nuestro cuerpo evitara una infección.

Cómo diferenciar los síntomas de una alergia de los del Covid-19

Es muy probable que a estas alturas ya sepamos diferenciar los síntomas respiratorios ocasionados por una alergia de los ocasionados por la Covid-19, pero por si acaso, vamos a recordarlo:

• Los síntomas que produce el SARS-COV-2 son: fiebre (inexistente en la alergia), tos seca, dificultad para respirar y a veces síntomas intestinales.
• La alergia de origen respiratorio, en ningún caso crea problemas intestinales. En cambio sí presenta congestión nasal, muy poco frecuente en los casos de Covid-19.

También nos puede ayudar a diferenciar el origen del problema según si la sintomatología varía en lugares abiertos o cerrados. En lugares abiertos habrá más presencia de sintomatología alérgica que en lugares cerrados.

 

 

Creo que la idea más importante de este post es que, según se ha visto, el aumento de polen en el aire puede favorecer el contagio de la Covid-19. Aunque en un primer momento pudiéramos pensar que, tal y como pasa con otros virus, las buenas temperaturas tenderían a disminuir los nuevos casos, se ha visto que no es así.

¿Qué podemos hacer para protegernos en primavera?

¿Qué podemos hacer? Pues creo que el de sentido común nos indica que no podemos bajar la guardia. Debemos seguir cumpliendo las recomendaciones de distancia, mascarilla y lavado de manos.

¿Y qué pasa con la ventilación? Me he pasado el invierno recalcando a mi entorno y pacientes que la ventilación de los lugares cerrados es primordial para mantener el aire con baja concentración de coronavirus en casa por si alguien está infectado sin saberlo. Pero ahora resulta que un exceso de ventilación en momentos de presencia alta de polen quizá no sería lo más adecuado.

 

 

Supongo que habrá que encontrar un término medio. Y, sobre todo, será interesante el porte de mascarillas FFP2, con alto poder filtrante. También las pueden usar niños y niñas a partir de dos años, sin problema. Cuidado con las mascarillas caseras. O no filtran bastante el polen y los virus; o retienen demasiada humedad, dando sensación de ahogo. Tampoco se ajustan bien, y los menores están todo el rato tocándolas o con la nariz fuera.

Sí, lo sé… La pandemia no ayuda a la disminución de los residuos. En la consulta también me encuentro teniendo que tomar decisiones que van en contra de mis principios de ecología, porque ahora mismo no puedo hacer otra cosa que primar la seguridad al 100%, sin concesiones.

De vez en cuando, en la Tribu CSC hablamos sobre estos temas. A veces, hablándolo nos sentimos algo menos mal. Y además, las familias miembro cuentan con el asesoramiento online del equipo de expertos de Criar con Sentido Común. ¿Ya te has unido? ¿Nos vemos por allí?